Foto A.C.P.
Hollies - Long Cool Woman in a Black Dress
LA PARTIDA
La sala estaba bastante oscura, lo que más destacaba en cuanto a iluminación, era la zona de la barra, simplemente para que el barman y la camarera pudiera trabajar, uno preparando los combinados o copas solicitadas y la otra para ponerlas en la bandeja sin derramar nada.
Las mesas tenían unas lamparitas de esas pequeñas y ridículas, con una pantallita supuestamente floreada, o quizás eran salpicaduras desinfectadas por el alcohol que llevaban en origen. Muchas estaban apagadas para permitir una cierta intimidad en sus ocupantes, eran las zonas laterales que tenían un largo banco a lo largo de la pared que delimitaba el perímetro de la sala. Las que estaban por en medio, sí solían funcionar y más, como era muy normal, si había una partida de póker por en medio, ya fuera a las cartas, a los dados, cerrado, abierto, con o sin trampas.
El pianista en su rincón, tocaba con la desgana habitual en quién apenas se sacaba unas propinas y algún trago de su ron viejo, por repetir cada noche más o menos las mismas peticiones por parte de las parejas del fondo.
En una de las mesas, la cosa se había animado lo suficiente, para que desde oras mesas se hubieran desplazado a ver el desarrollo de una partida de póker a los dados, que era lo que mejor se me daba.
Aquella noche tenía que ganar sí o sí, estaba más seco que una mojama y la cosa pintaba medio bien, había ya perdido lo suficiente para despertar la ambición del resto de participantes.
Tenía una idea más o menos hecha de qué pie cojeaba cada uno de los participantes, e incluso que no me respetaran en absoluto.
Los mirones que alguno sí me conocía, ya sabían a qué atenerse en cuanto a no dar pistas innecesarias. Hacíamos partidas a cinco fallos, ya llevábamos unas cuantas, yo no había ganado ninguna, mis contrincantes se las habían repartido más o menos equitativamente, con lo cual demostraban un nivel similar y una escasa imaginación en provocar alguna jugada imaginativa. Ya se sabe un envite curioso, una compra sorpresiva o descarte arriesgado, en busca de forzar el error ajeno.
Las apuestas subían en importancia, las rondas se tenían que pensar más y la tontería ya se había aparcado. Las bebidas no, hay cosas que necesitan un carburante predeterminado y serio.
Ante las amenazas del encargado, para no pasarse de horario de cierre, pues ya había pasado la amable patrulla municipal a por su carajillo para recordárselo, más la somnolencia del pianista, que acusaba la pesadez en los dedos al tratar de aguantar el vaso de trago largo justo en el borde superior derecho del piano.
Nos pusimos en modo cierre, una ronda a cinco fallos, sin tope en las apuestas, cuyo importe se iría quedando en la mesa para el ganador final.
Esto no era el oeste, la mesa era de madera sin pistolas o navajas escondidas debajo, el tapete era de fieltro ver en origen, con las quemaduras de cigarro y manchas de licores varios para darle un poco de vida.
Pero nadie dirigía una mirada torva a su vecino ni sospechaba de los dados o el pobrecillo cubilete, hecho polvo ante tanta sacudida noche tras noche.
Al final, siempre hay un final, entre dos con las mismas ganas de ganar y pasar a su pequeña historia de ese día como vencedor en algo, por tonto que pareciese y llevarse encima el bote que no era manco.
Me pasó un full de Reyes Ases, con un Rey y un As fuera, podía tener una vulgar pareja o con suerte un trío, de lo contrario era raro que me dejará a mí la posibilidad de hacerle un póker. Pero era un tipo poco expresivo, pero sin pinta de farolero, se había ajustado bastante a la realidad en todas las jugadas y con bastante suerte, por eso lo tenía ahora enfrente.
Me interesaba tragarme aquello y hacer una apuesta más, puse un billete serio sobre los que ya había en el centro de la mesa y su mirada se volvió triunfal, la mía seguía igual de ambiciosa.
Al fin de al cabo, la doble pareja estaba, triste y desangelada para mí, pero de cosas peores había salido, total solo tenía que sacar un póker ni que fuera mínimo. ¡Manda narices!
Barcelona, 16 febrero 2023
Me estaba visualizando en ese garito con ambiente denso provocado por el humo del tabaco (bueno ahora ya no, claro)
ResponderEliminarHas descrito muy bien el ambiente haciendo que me metiese de lleno en la escena, y me has traído recuerdos de un cubilete y unos dados de póker que tenía mi padre, que fue el que me enseñó a tirarlos y ya casi ni recuerdo. Y tengo que mirar en casa de mi madre porque quizás todavía esté por ahí ese cubilete.
Confieso que según leía no escuchaba el tema que has puesto, mi cabeza no ha parado de cantar la canción de La Frontera: pobre tahúr, pobre tahúr, plumas y alquitrán para el tahúr. Hay pocos tipos como él te sacan la pasta y no los vuelves a ver...
Me ha gustado.
Besines
Evidentemente en la hora y lugar de los hechos, esa sería la ambientación natural, una neblina densa flotando en el ambiente, fruto de la quema de tabaco y otras sustancias.
EliminarPara recordar esas antiguas lecciones olvidadas, puedes contar conmigo, soy muy respetuoso para recuperar el respeto debido con las lecciones de nuestros progenitores. Me has hecho pensar en un maletín con todo lo necesario para montar una timba, ruleta incluida, que corrió por casa de mis padres y cuyo destino desconozco.
He tenido que buscar, siendo yo de otra época, el grupo La frontera y la canción que mencionas. Por suerte nunca fui un tahúr del Mississippi, aparte de ser incapaz por juramento propio, de hacer trampas.
¡Muchas gracias! ;)
Besines.
Una partida donde tuvo todos los ingredientes necesarios, se palpa la tensión, hasta la música de fondo nos enreda en esa ambición que es ganar.
ResponderEliminarPeligroso juego que engancha a quien lo práctica haciendo de él una víctima del juego.
Muy bien llevado.
Un abrazo, feliz jueves.
En un mundo desaparecido, esas cosas pasaban y eran de lo más normal y corriente.
EliminarEl juego, cuando te atrapa en su telaraña y te obsesiona en querer recuperar lo perdido o te acostumbras por tener una buena racha, es muy mal asunto.
Muchas gracias Campirela.
Un abrazo y buen jueves.
Magistral como has descrito la partida de poker donde se mascaba un desenlace fatal, me he metido de lleno en la escena y la partida "ufff, que nervios".
ResponderEliminarAbrazos.
Poco a poco el interés por el resultado va creciendo, el nerviosismo invade a los supervivientes, y el desenlace adormila voluntades.
EliminarAbrazos.
El suspenso in crescendo con estas partidas! La música de fondo genial, y las piernas de la chica al comienzo me las recorto y trasplanto! Un abrazo Alfred!
ResponderEliminarlas partidas van subiendo las pulsaciones de los contendientes e incluso de los que ya solo son espectadores por ver el desenlace de quién se lleva el premio.
EliminarEsas piernas pueden provocar más de un desbarajuste.
Un abrazo maría cristina.
Lo has escrito muy bien.
ResponderEliminarMe ha parecido estar ahí viéndolo.
Los peores "faroles" no son los de las partidas... son los que a veces te engañan sin compasión alguna.
Saludos.
Muchas gracias Toro.
EliminarUna escena hiperrealista, digamos que algo vivida.
Los faroles no siempre alumbran.
Saludos.
El joc és com una teranyina que et va enganxat fins que acaba guanyat la partida.
ResponderEliminarGenial i molt ben descrit l'ambient, l'arrodoneix la foto i la música.
Aferradetes, Alfred.
Al joc gairebé sempre guanya el que té la mà.
EliminarUn ambient viscut a Palma. ;)))
Aferradetes, sa lluna!
Buen relato, independientemente de que yo me haya perdido en la jugada final; aunque me da la sensación de que el protagonista se ha pasado de listo infravalorando al supuestamente previsible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Chema. No te has perdido, simplemente la deje en el aire, en el fondo no importa mucho y es previsible por lo narrado.
EliminarUn abrazo.
Qué bien describes el ambiente de una sala de póker y la tensión de los jugadores. SE observa que conoces bien de este juego, del cual apenas sé distinguir las cartas Gracias por esta tensión. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarBueno, todo es ponerse en situación ;)
EliminarDigamos que en mis años mozos jugué unas cuantas veces.
Gracias a ti, un abrazo, Carlos.
Esto yo solo lo he visto en las películas, tales como "Gilda" que la he vuelto a ver anoche mismo.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
La verdad es que es una situación muy peliculera, de esas en blanco y negro, como la que mencionas. ;)
EliminarUn abrazo, amiga.
Aquest relat acompanyat d.una mùsica per crear ambient. D.una fotografìa que descriu com de complicat és el mon del joc a travès d.una telaranya que ens ensenya com d.atrapat t.hi pots quedar. Encara que contemplant bé la foto , veiem una llum final , una sortida , una esperança. Molt bon relat Alfred ! Com sempre dius més , del que escrius !................Pepi.
ResponderEliminarLa foto és una advertència de com és de fàcil caure a la teranyina del joc.
EliminarA totes les coses, per conflictives que siguin, hi ha un raig d'esperança.
Moltes gràcies Pepi, per mantenir sempre els ulls ben oberts.
Has sostenido el ritmo del relato con mucha pericia,sin que decaiga,y manteniéndonos atentos a cada "jugada",.
ResponderEliminarMuy bueno!
besos.
Bueno, eso es algo aprendido, admirando a otro Alfred, muy peliculero.
EliminarMuchas gracias lunaroja.
Besos.
Me ha encantado el relato .
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
Me alegro por ello.
EliminarMuchas gracias Amapola.
Besos.
Buen relato Alfred, me ha encantado leerlo. Por fin estoy de vuelta de autopublicar mi último libreo. Me ha llevado una semana auto publicarlo y corregirlo. De nuevo con todos vosotros. Un abrazo
ResponderEliminar¡Hola Carmen! Muchas gracias, me mantengo en forma, para el próximo.
EliminarEs lo más tedioso, todo el tema de post producción del libro. ;)
Un abrazo.
Muy ágil y ameno. Lo el póker, sin caer en ludopatía alguna, puede ser una afición muy intresante, aunque se pierda.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Albada Dos. Sin llegar a los extremos, cualquier juego tiene un componente lúdico y también formativo, es cuestión de verle el lado bueno y no jugarse la vida. ;)
EliminarUn beso
Me encantó tu relato, me imaginaba detrás de los jugadores esperando para ver quien ganaba. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Teresa, por estar ahí detrás siguiendo el juego y animándome en todo momento.
EliminarBesos.
Bien mantienes el misterio hasta el final.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Gracias Laura, hay que darle un pelin de suspense a la cosa.
EliminarFeliz finde.
Un abrazo.
Me has metido totalmente en esa atmósfera que has creado con la música.de fondo. Oye, las lamparitas son bien bonitas, a mi mesa le da mucha intimidad.
ResponderEliminarBesitos mi Alfred
De eso se trataba ;)))
EliminarNo te diré yo que no, pero en un tugurio...son lo que son.
Besitos, lopillas mías!!!
No he sido nunca de juego y menos de estos de cierta envergadura y enganche peligroso, pero me he sumergido en la atmósfera de lo narrado, a pesar del alto riesgo de la partida.
ResponderEliminarHaces bien, los juegos de apuestas y envites, son fácilmente absorbentes. has de tener la cabeza muy fría y no siempre se consigue.
EliminarGracias.
Great review, I really liked it.
ResponderEliminarThank you!
EliminarMe encanta cómo has recreado el ambiente, Alfred.
ResponderEliminar¿Debo suponer, por el tiempo verbal, que no salió finalmente ese póker?
Besos
Gracias Alís, tirando mano de viejos recuerdos y bastante de imaginación y cine negro. ;)
EliminarOh, no, por supuesto que se presentó, por aquella época era el rey del mambo. ;))))
Besos.