¡Feliz Año Nuevo!
Para mis queridos lectores
sobre todo, destaco uno especial.
Con mi total agradecimiento:
Un nuevo año se acerca
esta vez es más deseado.
Parece que le cuesta llegar
por qué tenemos más ganas
de que se vaya el actual.
Llegará a su tiempo
su hora se aproxima,
entonces nos sacaremos
de encima otros doce meses
perdidos luchando contra el virus.
El sol está ahí arriba
indicándonos un nuevo día
con él otro nuevo año.
Nuestra vuelta a su alrededor
se ha completado una vez más.
Es tiempo para la esperanza,
para el reconocimiento
en nuestras propias fuerzas.
Sobre todo también en las de
nuestro necesario mundo sanitario.
Lo recibiremos con gran alegría
posiblemente poco manifestada,
probablemente condicionada
por entrar en toque de queda
justo al poco de alumbrarse.
Habrá festejos prohibidos
con algarabías contenidas.
Celebrado entre burbujas
familiares y amistosas
con el cava incluido.
Tengo ganas de saludarlo,
espero pactar con él
para tener un futuro
más halagüeño y querido.
Lo pasado no es de mi gusto.
Quiero para todos
un año sin pandemias,
con posibilidad de abrazos.
En que cada cual tenga
lo necesario para vivir.
Volver a amar para
sentirse querido,
entrando en esa espiral
que nos lleve a los cielos
en una buena comunión.
Que las letras escogidas
nos sigan acompañando
para hacer esas palabras
que nos permiten montar
nuestras pequeñas historias.
Que en cada campanada
de esa hora anunciada
del cambio de año,
un deseo se os cumpla.
¡Bienvenido MMXXII!