Una muñeca encerrada,
una mujer desconsolada
un ser simplemente roto.
Una muñeca triste,
que prefiere el abandono
a cierta calidez hogareña.
Toda una vida confiando
en que su razón de existir
era ser esposa y madre.
Dejarse querer y llevar,
por quienes le desean lo mejor,
pero para ellos mismos.
Nada de querer algo propio,
oficio con beneficio,
o intereses personales.
Eso que enriquece el ego,
una muñeca casera
no necesita personalidad.
No discute nunca
acepta esas verdades
contadas por su amo.
Como incuestionables
que son, para eso,
la familia es lo primero.
Una muñeca asustada
siempre dispuesta,
para alegrarle la noche,
Saco de golpes de desahogo,
"esparring" por vida, sin vida propia,
que se permite usar a su libre antojo.
Una mala noche
con una bonita luna
creyó unas bellas palabras.
Diciendo sí una sola vez,
se condenó de por vida
a perder su independencia.
Todos aquellos simplones,
que reímos las gracias ajenas,
somos cómplices activos.
Mirando hacia otro lado
cuando lo desagradable
se manifiesta descarnado.
Lloraremos desconsoladamente
en ese minuto de silencio
que el verdugo no escuchará.
El primer cop que et falta al respecte ho deixes passar, gairebé inconscient de que això no aturarà aquí. Quan et vols adonar, et sents com un objecte, no tens forces i saps (perquè així t'ho ha fet creure) que no serveixes per a res.
ResponderEliminarTant de bo que totes les dones que ho pateixen tinguin un minut de llum per fugir... denunciar i esperar a que la justícia faci la seva feina.
No és fàcil, sé que no és gens fàcil.
Petonets, Alfred.
El pitjor és que els hes molt difícil de sortir-d'aquest espiral i més quan hi ha fills pel mig.
EliminarPetonets, sa lluna!
Cuando no miramos hacia otro lado y queremos liberarlas, ellas no lo permiten, quieren estar rotas, es su modus vivendi. No conocen el amor propio. Ni lo quieren conocer.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé por ahí como será, pero no es lo habitual por estos pagos.
EliminarUn abrazo.
Hay vidas que se rompen por un segundo de error. Porque las muñecas no se rompan, porque estén despiertas y no se equivoquen, y si lo hacen, rectifiquen pronto
ResponderEliminarUn beso
Cuesta mucho rectificar un momento de debilidad que da pie a una escalada de pavor.
EliminarUn beso.
Pues sí.
ResponderEliminarCómplices activos.
Mucho postureo políticamente correcto y nada más.
Saludos.
No nos damos cuenta de la importancia de nuestros propios distanciamientos.
Eliminarsaludos.
Sintonia amb la preocupació per aquest fenomen. Total. Però si puc comentar amb total llibertat, jo canviaria la primera figura poètica que has utilitzat: les nines (tancades o no) són per a jugar i les nostres companyes crec que ja no volen ser ni identificades, ni relacionades amb cap joguina. Nina, queda rar en aquest escrit, tenint en compte la seva temàtica de fons. Es solament una opinió
ResponderEliminarPots i has de comentar amb total llibertat.
EliminarHo he fet expressament. En la mentalitat social col·lectiva, perdura la idea de dona / nina.
Aguditza encara més la gravetat del tema. Crec jo.
Hola Alfred, por desgracia muchas muñecas rotas hay hoy en día, ojala algún día termine esta lacra.
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja, una lacra que no hay forma o interés por erradicar.
EliminarNo puedo entender ni aceptar, este goteo constante de víctimas.
Besos.
Una triste realidad que se repite demasiado a menudo, volvimos a los tiempos medievales, es clara la involución, hermoso, profundo y sentido tu poema, gracias por la música y las bellas voces, un abrazo Alfred!
ResponderEliminarNo sabemos pero imaginamos lo que debería ser en otra épocas.
EliminarLo de ahora es inconcebible. Gracias a ti por la visita.
Un abrazo maría cristina.
Lamentablemente, si ocurre una vez... será sólo el principio. Aún con todo el dolor del mundo debieran dejarlo atrás. Y denunciarlo, claro, o le pasarán el problema a otra persona, le dejarán un problema sin resolución a los demás...
ResponderEliminarNítidos versos, Alfred. Abrazo hasta allá.
Gracias carlos. Es lo que tendría que ser pero rara vez ocurre, aguantan y aguantan hasta que se las llevan por delante una de las veces que se desmadran.
EliminarUn abrazo.
Que tristeza mi amigo,el mundo
ResponderEliminaresta cada día peor,lo que haz
escrito es la realidad.
Besitos dulces
Siby
Un mundo triste, en el que hay una parte de la población que está amenazada de serie.
EliminarDulces besos.
Hay muchas muñecas rotas por voluntad propia, por el mundo. Saludos amigo Alfrd.
ResponderEliminarPues hagamos que cada "muñeca" sepa hacerse valer.
EliminarSaludos amiga Sandra.
Por desgracia, difícil de erradicar, sin el apoyo de toda la sociedad, y por supuesto, empezando por las escuelas e institutos como va a hacer este curso una de mis hijas, a quien el ayuntamiento de Málaga le ha aceptado un proyecto sobre las "nuevas masculinidades" para enseñar a los jóvenes como pueden expresar sus sentimientos fuera de la agresividad y de la ira, entre otras muchas cosas más, cuyo fin es, acabar con la violencia doméstica y de género.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Aunque triste es el tema, me ha gustado mucho tu forma de narrarlo.
Gracias Manuel.
EliminarFelicidades por tu hija, algo bueno le habrás enseñado con tu comportamiento.
Un abrazo.
Diciendo si una sola vez, se ato de por vida. Es difícil romper lo que te han inculcado durante toda la vida, lo que aguantarían nuestras madres, abuelas...
ResponderEliminarUn saludo.
Víctimas de por vida, caídas en las redes de un depredador más fuerte. Con el permiso de las reglas establecidas.
EliminarUn saludo.
Una realidad mundial que da para mucha discusión en el buen sentido, porque cada caso y contexto son diferentes. Solo digo que para algunas mujeres tomar la decisión de "salirse" de ese lugar en donde están no es nada simple....a muchas les ha costado la vida, tema delicadísimo, muy relacionado a la educación que recibimos en nuestro hogar y a las características por supuesto de la sociedad y pais en donde habitamos.Has dejado expuesta la problemática de manera excelente. Un abrazo Alfred
ResponderEliminarPor supuesto, cada caso es un mundo.
EliminarEs difícil salirse del tema y si hay críos de por medio, ni te cuento.
Muchas gracias eli, un abrazo.
Bellisimo todo un abrazo desde lo ljos
ResponderEliminar¡Gracias Mucha!
EliminarUn abrazo desde Barcelona.
Hasta los seres que supuestamente las quieren bien son muchas veces un estorbo para la superación del problema, inculcándoles que entre sus obligaciones está la de aguantar carros y carretas por el bien de sus hijos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuantas años hemos tenido y tenemos a la Iglesia y autoridades en ese comportamiento del predicar paciencia con la situación de desamparo.
EliminarUn abrazo.
Tantas muñecas que venden su alma y despues es demasiado tarde, porque la vida ya se ha ido, muy buen poema!
ResponderEliminarHay de todo, se supone.
EliminarMuchas gracias.
Cuantas muñecas siguen así incapaces de arregals su rotura. Triste realidad
ResponderEliminarBuen fin de semana Alfred. Cuídate.
Un abrazo.
arreglar :(
EliminarHay que evitar los desarreglos y educar para ello.
EliminarUn abrazo.
Arreglado :)
EliminarAlfred, el poema es una gran lección, donde concurren horizontes morales, y educativos. No forman en el hogar muñecas, menos dejar que otros conviertan a las mujeres en muñecas rotas, elusión moral. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias Carlos, vienen tiempos difíciles para ellas en muchos lugares del mundo.
EliminarUn abrazo.
Muy impactante el poema.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Amapola.
EliminarBesos.
Muy triste realidad, Alfred, y muy bien plasmada.
ResponderEliminarBesos
Una realidad que empeora por momentos en diversos países.
EliminarMuchas gracias Milena.
Besos.
Qué bien lo has descrito Alfred. Mientras no sepamos educar en igualdad y respeto, habrá muñecas rotas y desaprensivos que rían las gracias, por ignorancia o por cobardía, de3 esos desaprensivos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Nani. Lo triste es que la cosa va a peor.
EliminarMuchos besos.
Triste pero hermoso.
ResponderEliminarMuy amable, muchas gracias.
EliminarCertera definición de la "simplonería".
ResponderEliminarAbrazos Alfred.
Ya ves Ernesto, sin síntomas de mejora.
EliminarAbrazos.
Realmente triste y desesperante.
ResponderEliminarMuchas gracias.
A mí siempre me gustó más el balón (del tipo que fuese)
ResponderEliminarNo me ha ido tan mal...
Besos.
Hiciste muy bien.
EliminarSiempre puedes dar un balonazo a tiempo.
Ya veo que no.
Besos.
Es una pena que las muñecas a que te refieres se rompan.
ResponderEliminarLas muñecas de verdad, esas se arreglan fácilmente.
Un abrazo
Todas se pueden reparar, pero unas quedan con secuelas de por vida.
EliminarUn abrazo.
Hay versiones para todo, pero esa lacra persiste.
ResponderEliminarPara que tengan amor propio han de tener formación.
Un abrazo.
El amor recompone y sana siempre!
ResponderEliminarEn estos casos más que amor hay posesión.
Eliminara veces las vidas se convierten en un callejón sin salida, una mala decisión, un poco de mala suerte y todo se va por el sumidero.
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarEs muy fácil, cuando la gente no tiene la educación adecuada.