Música seductora
Por aquel entonces Sally, todavía era simplemente la Mari, una chica como otras muchas, de las que no destacan por nada especial, pero que son de buen ver, jóvenes, bonitas y simpáticas.
Estudió en un colegio de las Hermanas Escolapias, por aquello de que sus padres buscaron un colegio concertado de gente del país, para que no se sintiera diferente, cómo les ocurrió a ellos, inmigrantes de primera oleada.
Sus progenitores, en esto ambos estaban de acuerdo, tenían claro que había que integrarse para tener un futuro mejor, ellos mismos aprendieron el idioma en escuelas nocturnas, lo cual no fue fácil y les robó tiempo y energías para trabajar, lo cual implicaba dinero, que era lo qué más necesitaban, pero les abrió las puertas a mejorar sus condiciones de vida.
Por suerte dieron con gente que les bien orientó en cómo funcionaba aquella sociedad tan peculiar, con costumbres muy diferentes a las que ellos traían puestas de origen.
Algo que no tenía precio y sólo se podía pagar atendiendo a otros como ellos.
Muchas horas fregando escaleras al principio y muchos esfuerzos hasta conseguir ser chófer de autobús, los llevó a ver a su hija formarse convenientemente para poder llegar a hacer lo que ella quisiera en la vida.
Otra cosa es eso les gustara o lo considerasen apropiado según sus usos, moral y buenas costumbres, que eso sí, aun llevaban bien puesto de origen.
Pero ya sabemos que lo que quieren los hijos, nada tiene que ver con lo que los padres esperan para ellos.
Así fue como un buen día, tras una fiesta universitaria en la que se prestó a cantar una canción en el paraninfo de la facultad de derecho, con un “body” de lo más sugerente y muchas plumas por doquier, más una diadema que brillaba mucho, como sí fuera de auténtico oro, su vida literalmente cambió.
Derrochó tanta seducción, que nadie, absolutamente nadie y menos uno de los que siempre estaban al quite de nuevas promesas, podía no sentirse subyugado por ella.
Abandonó su prometedora carrera de futura internista en el Hospital Central y se fue tras una caza talentos que le prometió mil noches locas, actuaciones en los mejores locales y aplausos por doquier.
De este modo aquellos inmigrantes serios, formales y responsables, que se habían integrado de forma consciente y deliberada en una cultura ajena pero aparentemente rentable, vieron perder a una hija, que renunció al nombre familiar para utilizar otro con más gancho comercial.
Dejó para mejor ocasión su licenciatura con honores para adueñarse de los corazones de todos los espectadores que pudiera.
Incluso el noviete que tenía, con el cual jugaba al parchís y preparaba los exámenes, se quedó varado en el aeropuerto el primer día de su nueva vida en que ya se iba de gira por el nuevo mundo.
El otro novio más informal, con el que departía noches de música, pasión y alguna sustancia más afrodisiaca se lo llevo puesto, pero con billete de vuelta, según fueran las circunstancias, qué lo fueron.
Todo hay que decir que, al mánager no le pareció oportuna tanta compañía, pero al final lo que cuenta es el negocio y la chica prometer, prometía.
La cosa enseguida empezó a salir redonda, le llovieron contratos cada vez más sugerentes y las cadenas de tv, se peleaban por sacarla en prime time y, poder robar audiencia a la competencia.
Pero me estoy apartando del tema, decía que antes de todo eso, cuando simplemente era la Mari y soñaba como todas las chicas de su edad en triunfar en la vida, ser autosuficiente y no necesitar conquistar a un chico guapo y rico, pues ella solita se bastaría y sobraría para organizarse su vida.
La verdad es que era más de quedarse en casa y sacar adelante las asignaturas sin sufrir, lo del noviete vino luego, cuando vio que su hermana gemela se lo pasaba mucho mejor por la vida, sacaba los cursos apurando y triunfaba en todas las fiestas con sus disfraces, canciones y bailoteos. Tanto que Mari se hartó de ser el patito feo de la familia.
Fue una auténtica lástima que saliera despedida de la vagoneta de la montaña rusa por llevar el cinturón mal abrochado, pues la inspección no encontró nada defectuoso y no entendieron como podía haber salido despedida con tanta facilidad.
Los padres quedaron destrozados, sobre todo la madre como es lógico, tenía dos chicas estupendas con físicos similares, pero con las personalidades muy bien diferenciadas.
Por eso Mary empezó a ser un poco Sally, buscando complementar la parte de la familia que faltaba, digamos que ahora tenía que hacer el papel de dos.
Lo que pasa es que se lo tomó demasiado en serio.
Barcelona, 30 Junio 2020
Con los hijos , muchas veces las cosas no salen como uno quiere.
ResponderEliminarUn abrazo, Alfred
Cuesta reconocerlo, hay que dejarles que hagan su vida a su gusto.
EliminarUn abrazo Rita.
Muy mejorada y cerca de ti para dejarte mi abrazo y gratitud a tu cariño y compañía .
ResponderEliminarMe alegra saber de tu mejoría.
EliminarUn abrazo.
Lo único que siempre quise fuera mi hija es ser feliz... el cómo es asunto suyo.
ResponderEliminarNo sé si alguna vez te lo dije, pero me gusta tu capacidad para contar algo complejo de forma sencilla... este relato es una muestra más de ello, te felicito.
Un beso.
Es a lo que aspiro con mis hijos, que sean felices, señal de que todo va bien.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, animan a seguir.
Un beso AlmaBaires.
Triste final en la montaña rusa, aunque la vida misma es a veces como una montaña rusa que te despide si te descuidas un poco.
ResponderEliminarBesos.
Muy buen relato.
Siempre dicen que la vida es como una montaña rusa.
EliminarMuchas gracias Amapola.
Besos.
Las expectativas de los padres en relación a sus hijos pocas veces son colmadas... y si además ocurre una tragedia como es ver morir a un hijo, esos padres ya son muertos vivientes.
ResponderEliminarSaludos.
Eso es digno de estudio sociológico. Hay padres que pretenden que sus hijos sean lo que ellos no han sido capaces.
EliminarLo de ver morir un hijo es algo para lo que nadie está nunca preparado.
Saludos.
Esos padres emigrantes, qué de luchas ponen para que su hijos vivan mejor. Y sí, a veces se consigue y a veces no, peor las gemelas tenía a su favor la compañía de la otra, hasta que faltó.
ResponderEliminarUn beso, Alfred
Muy beun, Un barzo y
La de esfuerzos que hacen todos los padres para sacar adelante su familia. Es un dramatismo adicional.
EliminarUn beso Albada.
Ya veo que la relectura de Ulises, no te está sentando nada bien.
Hola Alfred!
ResponderEliminarUna historia muy bien conseguida. Los padres, una personas ejemplares. Hicieron todo lo que pudieron y más. La hija hizo lo que le dictó su conciencia. En perspectiva de adulto, equivocada. No debió de dejar los estudios, que tanto sacrificio costó a los padres. Pero, existe la libertad individual, en la cual te equivoques o no, haces lo que quieres.
Hola Enric!
EliminarMuchas gracias. Los padres hacen todo lo que pueden y más por los hijos. Pero estos tienen derecho a vivir su vida. Educas en libertad y en ella han de vivir.
Podríamos reflexionar sobre el tema, pero al final no decidimos, recuerdo a una joven a la que su tía se empeñaba en darle charlas y avisar de todo lo que le podría ocurrir en el mundo, ella un día le dijo mira no te empeñes en contarme la película yo prefiero ir a verla, y es así cada uno toma sus decisiones. Abrazos
ResponderEliminarPor mucho que se pretenda proteger e inculcar todas las posibilidades que se encontrarán, hasta que no lo vivan y actuen en consecuencia no les valdrá de nada.
EliminarAbrazos.
Un relato conmovedor, Alfred. A veces, cuesta mucho continuar para los que quedan y se toman salidas a la carrera.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leerte al son de esta música.
Mil besitos para ti y feliz día.
La vida tiene cosas buenas y otras difíciles de aceptar.
EliminarMuchas gracias Auroratris.
Mil besos y feliz noche.
Una pena ese final.
ResponderEliminarMuy conmovedor relato.
Un abrazo.
Bueno, una vida toma su vuelo y otra se apaga.Y hay quién quiere hacer todos los papeles.
EliminarMuchas gracias Amalia.
Un abrazo.
Una historia con un triste final pero muy conmovedora y con algunos toques de realidad de una época con los que muchos se sentirán identificado.
ResponderEliminarAbrazos
Una historia factible, con toda la tragedia que eso conlleva.
EliminarTodavía se están dando las circunstancias, para que existan esas fuertes oleadas de inmigración.
Abrazos.
Lo primero, la música genial, me lleva a esa maravillosa Gilda y me trae bellos recuerdos.
ResponderEliminarUn relato que conmueve y con un final que no esperaba y al entrar vi la fotografia y pensé, me gusta, terminé de leer y miré de nuevo la foto y me entró un escalofrio, casi podía ver la hermana muerta.
Como siempre, me encanta leerte, que le voy a hacer, soy nasoca :)))
Besines.
Me alegra saber que te lleva a una buena época personal.
Eliminar¿A qué asombra, verdad?
Tu masoquismo enaltece mi vanidad de escribano dominguero ;)
Besines.
¿Asombrar? Acongoja jajjaaja
EliminarPor mi caballero, sin caballo ;) lo que sea :)
++Bessines.
¡Bueno, vale! ;))))
EliminarEso está bien, incluso diría que muy bien :)
++Besines.
Como bien has dicho una cosa es lo que quieren los padres y otras lo que los hijos desean.
ResponderEliminarHay edades en las que se nos nubla las ideas y llega un señor que nos convence de que somos fuera de series y la carrera se olvida por la fama y el dinero.
Después llega lo que llega.Un final triste para una familia que trabajó y luchó por tener una vida decente para su familia.
Un abrazo y feliz tarde.
No podemos imponer como padres las pautas por donde han de desarrollar su vida, podemos orientar y replegarnos.
EliminarEs una historia como podría ser la de cientos de casos.
Un abrazo y feliz noche-
Me ha encantado tu relato, y comparto lo que te dice Alma Baires, y luego lo que le respondes. Los hijos son hijos de la vida,no? como decía el poeta Khalil Gibran. Ellos deben abrir sus alas, y nosotros en un momento nos hacemos a un lado como padres,para acompañarlos como adultos.
ResponderEliminarHermoso y emotivo relato!
Un abrazo!
Muchas gracias lunaroja. Es lo que deseamos los padres, que sean felices y podemos intentar facilitarlo, pero no podemos imponer el cómo, ni de que forma.
EliminarUn abrazo.
Como ha dicho, Prozac, ver la fotografía después de leer el texto, pone los pelos de punta.
ResponderEliminarPara mis hijos lo que quiero es que sean felices y buenas personas, como ellos elijan.
Sabes una cosa, Alfred, con cada nueva entrada, es este tiempo que te leo, me vas asombrando cada día, muy gratamente. Sabes como comunicar y llegar dentro.
Un beso!
Es verdad, la foto impone.
EliminarEso sería lo ideal, pero hay muchos que consideran a los hijos una especie de propiedad que han de hacer lo que se les indica.
Es muy bonito eso que me dices, lo cual me anima a seguir con esto.
Un beso.
Pobre chica, que triste lo que le pasó o lo que ella se buscó. Los padres seguro que lo pasaron peor...
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una historia desgraciada, los padres son buena gente que ponen a su hija por encima de todo.
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho, sí señor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Chema, me alegra saberlo.
EliminarUn abrazo.
Los padres deberían (deberíamos) entender de una vez por todas que en los hijos no se ponen expectativas...se pone cariño y una mano que los acompañe a ser lo que ellos quieran ser...
ResponderEliminarPerder un hijo debe ser lo más torturante del mundo.
Esa canción me lleva a Rita y su maravilloso baile...
Besos.
A veces nos cuesta entender ese comportamiento tan simple de no inmiscuirse en todo.
EliminarTiene que ser terrible.
¡Seductora eh!
Besos.
Buen relato y no exento de tintes de realidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Tracy.
EliminarLa vida tiene crueldad.
Un abrazo.
Por eso no canto en ninguna fiesta, para que no me convenzan de entrar en un mundo de éxitos y desorden... Bueno, y porque canto fatal también.
ResponderEliminarMás que ser dos, parece que se perdió a sí misma para mantener viva la personalidad de su hermana. Qué dolor para sus padres haber perdido no a una hija, sino a ambas.
Muy buen relato, Alfred
Besos
Haces bien, imagínate que gustas y nos vuelves locos a todos. ¡Quita XD!
EliminarDigamos que quiso hacer un 2x1, para compensar.
Muchas gracias Alís.
Besos.
La mayoría de los padres deseamos lo mejor para nuestros hijos. Esta historia es muy triste, cuando se pierde un hijo ya nada es igual. Saludos Alfred.
ResponderEliminarEso es una ley natural, pero no hay que pasarse.
EliminarUn pelin cruda, sí es.
Saludos Sandra.
De todo se puede recuperar uno, sobre todo cuando es ficción ;)
ResponderEliminarMuchas gracias Julio.
Abrazos.
Una historia muy interesante❤
ResponderEliminar¡Hola Kinga! Se bienvenida a este rincón, me alegra lo encuentres interesante.
EliminarSiempre hemos pensado que a nuestras hijas debíamos darles tres cosas fundamentales, educación, principios morales y libertad.
ResponderEliminarY cuando fueran mayores de edad, usaran esa trilogía de la manera que ellas quisieran.
Si hará tiempo que no he oído "Amado mío", que creo que la última versión que escuche, fue la de Rita Hayworth.
Me gusto tu historia, da para pensar.
Un abrazo.
Es un buen equipaje para que vayan por la vida.
EliminarPues ya son años ;)
Es la mejor crítica que podía leer.
Un abrazo Juan.
La hermana viva decidió ser feliz por las dos
ResponderEliminarMe gustó mucho. Besitos!
Una buena lectura.
EliminarMuchas gracias.
Besitos lopillas.
Vaya ... terminar de leer la historia doble y volver a la fotografía. Mejor ser un yo solo.
ResponderEliminarCuídate.
Un abrazo.
Cada cual a de vivir su propia vida y a ser posible según su propio criterio.
EliminarGracias, igualmente.
Un abrazo.
Y la que se quedó, quiso ser feliz por las dos.
ResponderEliminar😊
He de decir que eso es algo que cuesta... y que cuando te quedas sola, todo recae sobre ti.
Y tanta sobreprotección abruma (y agobia)
Besos.
O hacer feliz por las dos, a saber.
EliminarHay que saber distanciarse y no abrumar.
Besos.
Excelente historia Alfred, un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen, un placer.
EliminarUn abrazo.
La imagen, sugerente. El texto, detallado e interesante.
ResponderEliminarAbrazos Alfred.
Muchas gracias Ernesto.
EliminarUna foto que invita a muchas miradas. En mi otro blog hablé de esa exposición ;)
El texto intenta ser honesto mostrando realidades posibles.
Abrazos.
Querido amigo Alfred: Hoy estoy MUCHO MEJOR.
ResponderEliminarAbrazos
Esa es una muy buena noticia.
EliminarUn abrazo querida amiga.
Hola Alfred , la verdad es que la felicidad plena no se puede tener
ResponderEliminarYa sabía yo que al final la Mari no tendría muy buen final , por un momento pensé que el mánager le sacaría o se aprovecharía de ella , y sería una posible estrella pero en este caso , fue una estrella fugaz.
y la que quedo viva , tubo que hacer el papel de la otra , muy bueno tu relato besos de flor.
Hola Flor, digamos que es difícil.
EliminarMuchas gracias.
Besos.