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Los listos ya están en la calle,
han salido a pasear con la familia
quedando con parientes y amigos.
Han ocupado paseos y terrazas,
habrá algunas mesas menos
pero las mismas sillas para usar.
Se atrincheran en los paseos
ocupando su espacio horizontal,
lineal y como haga falta.
Para eso son los más listos
no teniendo así que respetar
horarios o cortapisas espaciales.
Mientras los demás mortales
los encerrados sine die
ansían por poder respirar.
Los miramos con displicencia
ignoramos su comportamiento
los despreciamos con pesar.
Parece que las calles estén
incapacitadas para soportar
tanto pavero de salón.
De tanto en tanto sonríen
como una excusa por no llevar
la mascarilla igualitaria puesta.
Pedantes como ellos solos
nos retraen a tiempos pasados
de señoritos y cortijos.
Por suerte las tonterías
no se les aguanta nadie
siendo el hazmerreír general.
Y así estamos unos paseando,
otros usurpando espacios,
muchos más lamentando.
Pasarán los días de reclusión,
volverá la liberalización horaria,
pero la educación, esa, ya no volverá.
El Farró, 26 Mayo 2020
La educación no volverá. Hace años luz desapareció para siempre.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Hay una serie de normas que hacen la vida más llevadera para todos, pero ahora parece que solo impera el egoísmo más recalcitrante.
EliminarFuerte abrazo Sara.
Ni la educación ni el civismo...¡Qué poquito hemos aprendido en estos días!
ResponderEliminarUn abrazo
Parece que sale la mediocridad más absoluta a flote.
EliminarUn abrazo Rita.
Ya me parecía a mí demasiado optimismo pensar que de esto íbamos a salir todos mejores y que además iba a durarnos para siempre. No se le pueden pidar milagros a un confinamiento. Es que esta imbécil (caradura, ineducado, irresponsable... ), seguirá siendo imbécil (caradura, ineducado, irresponsable... ).
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo que estoy viendo, a pesar de ya llevamos unos días pudiendo asomarnos por las calles. Pero ahora que aquí estamos en fase 1, parece que vuelve la más solemne estupidez.
EliminarUn abrazo Chema.
Los que ya no tenían educación, antes, tampoco la tienen ahora. No aprendieron nada.
ResponderEliminarYo sigo saliendo, lo mínimo, ni me apetece.
Un beso, Alfred.
PD. la foto no se ve?, o soy yo
Creo que a los que no tenían se les han sumado los que la han olvidado en el confinamiento.
EliminarUn beso Carmela.
P.D.
Perdona, algo pasó que se borró, pero ya está solucionado. Gracias.
Nosotros salimos ayer todos juntos después de tanto tiempo sin vernos, caminamos dando un paseo porque es lo que nos apetecía, no tuvimos ningún inconveniente, cedimos el paso y nos lo cedieron, estuvimos algo mas de una hora y sin ningún problema. Un abrazuco
ResponderEliminarMe alegro que pudieras hacerlo en paz y alegremente. Por aquí hay de todo, pero lo que he visto esta tarde me ha hecho escribir esto y era peor que lo de la foto.
EliminarUn abrazo Ester.
Así es la vida y hay que sortearla en sus obstáculos.
ResponderEliminarSí, así es, pero no hace falta ser tan incívicos.
EliminarAsí es Alfred: La educación, el respeto y todo lo que conlleva la convivencia, eso es para otros. Ellos están exentos de todo, las obligaciones son de los demás y así, vamos viviendo... o mal viviendo.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Ya ves Nani, estamos rodeados de una fauna muy especial.
EliminarMuchos besicos.
Bueno, la educación jamás podrá volver a quién nunca la tuvo.
ResponderEliminarLa naturaleza humana en situaciones asi es cuando aflora en su mayor esplendor (para bien y para mal)
Besines a tutiplen.
¡Hola Livy! Que ilu verte por aquí.
EliminarEntre los que no han tenido nunca educación y a los que se les ha olvidado, la cosa vislo visto, pinta muy mal.
Besines para cubrir este tiempo pasado y algo del futuro.
Asi andan las cosas Alfred. Saludos amigo.
ResponderEliminarPues las cosas no andan como debieran.
EliminarSaludos amiga Sandra.
Un pasear reflexivo, no sé si son los listos, pero son quienes añoraban sentarse a tomar algo en las terrazas. No sé la urgencia, eso sí.
ResponderEliminarPor los paseos. Un beso
Cuando paseo, observo. ve cómo se muestra y comporta la gente. Primero fue la explosión e invasión callejera tras el cese del confinamiento radical, sin respetar franjas horarias ni distanciamiento social. Y ahora con la apertura de locales veo cosas de estas, grupos numerosos, amontonados en una mesa, como si les fuera la vida en hacerse con el espacio puesto a disposición del público. La foto es más suave que otras terrazas vistas. La añoranza no hace comportarse como un irresponsable.
EliminarPor paseos tranquilos y respetuosos con el entorno social.
Un beso Albada.
Vaya, poeta, las últimas palabras recuerdan a las golondrinas de Adolfo Bécquer.
ResponderEliminarY ahí me quedo. En lo bello y natural de la vida. De lo que los demás hagan, ¡ni preocupa!
Abrazos Alfred.
Efecto buscado y aprovechado ;)
EliminarSí tiene que preocupar, puesto que las acciones de los otros queda claro, vista la pandemia, que todos estamos relacionados.
Abrazos Ernesto.
Un buen análisis de lo que acontece a nuestro alrededor,esto es lo que realmente somos unos inconscientes con muchos derechos pero pocas responsabilidades, esas se las dejamos a los demás ..Un abrazo
ResponderEliminarGracias Campirela, veo comportamientos que no demuestran ninguna preocupación por los demás.
EliminarUn abrazo.
No se puede ser más descriptivo. Por aquí se ve algo de eso, pero más aisladamente...nos paramos, nos quedamos mirando muy serios y se ponen las mascarillas, no hemos inventado nada, por supuesto, así reaccionan en un porcentaje alto. Los que no conocen el respeto ni tienen sentido común, nanai...
ResponderEliminarUna gran entrada Alfred.
Un beso.
Gracias mari carmen. Me has recordado una acción de una mujer mayor, perdón me refiero a mucho mayor que yo, increpando a un hombre que llevaba la mascarilla por debajo de la nariz dentro del autobús.
EliminarOtra vez gracias.
Un beso.
Si no molesta, añadiré una paradoja más, que dice mucho de lo que somos (en general y en primera persona del plural):
ResponderEliminarSi las autoridades se pusieran serias y denunciaran o multaran estos comportamientos, entonces protestaríamos señalando de autoritarismo y perdida de libertades.
Entonces, ¿que hacemos?
Se les puede apercibir, por la policía que patrulla desganadamente, de que su comportamiento social dista mucho de ser respetuoso con el entorno. Tampoco se trata de sacar el trabuco y las esposas. Pero hay quién necesita oír cómo ha de comportarse en público y casi en privado.
EliminarQue tu libertad no coharte la mía.
Consejo: !dejalos! y tu sigue escuchando a Jacques Brel.
ResponderEliminarTotal, no tienen solución.
Un abrazo.
Sí, es lo que hago todo el rato en mis paseos, ir esquivando gente.
EliminarCreo que no, suerte tener a Brel.
Un abrazo Juan.
Es tal como lo dices.
ResponderEliminarListos que se apropian de todo.
Saludos.
Así lo vi, así lo conté.
EliminarSobran listos de todo pelaje.
Saludos.
Hola Alfred!
ResponderEliminarLa educación, pase lo que pase nunca ha de perderse. Los listillos, también han de cumplir las normas. Dicho todo esto, nos han informado sobre lo que hay y tendría que haber un equilibrio entre la reponsabilidad personal y la autoridad de las normas. Los dos excesos son malos.
Hola Enric!
EliminarEl problema es cuando no la hay o es tan escasa que se olvida pronto. Han informado de una forma un tanto confusa y eso también se nota. En cuanto a la responsabilidad personal ha de respetar a los demás.
Los incívicos egoístas irresponsables sin educación y estúpidos de cualquier edad o condición han existido siempre y seguirán existiendo por desgracia... Lo que pasa es que antes los veíamos desagradables y molestos y ahora son además peligrosos. Ésta es la gran diferencia a mi parecer.
ResponderEliminar¿Solución?... Yo me planteo el ir repartiendo octavillas con las normas y los nombres de los sanitarios muertos por su culpa a quienes no las respetan; a ver si la vergüenza les hace recapacitar...
¡Ánimo! Un abrazo
Puede que ahora se les note más Framboise.
EliminarSería una buena acción para llamarles al orden, pero supongo que el sentido común se impondrá.
Un abrazo.
Siempre hemos pecado de falta de civismo... y esto no ha servido para concienciarnos... solo lamentar la libertad perdida, al salir se sigue siendo el mismo borrego de antaño. Yo, después YO y más tarde Yo, también. Una pena que pese a todo lo que hemos y nos queda por pasar, se siga siendo tan irresponsable y poco cívico.
ResponderEliminarUna canción con mucha historia, Alfred.
Mil besitos para tu tarde.
Da la misma impresión de cuando salen los niños corriendo hacia el patio. buscando la mejor zona para hacer un partido.
EliminarTiene sus añitos, pero las cosas buenas perduran en el tiempo.
Mil besitos pata ti Auroratris.
Y de nuevo a callejear, sí señor, de nada sirven las lecciones, pero hay gente para todo.
ResponderEliminarSe perdieron los valores, la educación, y el civismo no es lo nuestro...
Un placer leerte amigo.
Un abrazo
Hago mis paseos embozado tras mi mascarilla, con lo cual no cro que adivinen mi cara de asombro ante lo visto.
EliminarMuchas gracias Carmen.
Un abrazo.
Más de lo mismo, siempre hay quien es egoísta y se cree el ombligo del mundo.
ResponderEliminarCada cual con su cruz.
Con las ganas que tengo de tomarme algo o comerme una paella en mi restaurante favorito...pero no lo hago.
En fin, besos.
Parece como si las normas fueran para los otros.
EliminarNo me apetece llevar la cruz de nadie.
Se me han quitado las ganas, de momento, de ir a tomar nada.
Besos Laura.
Los has retratado muy bien amigo Alfred. Yo por si acaso sigo sin salir, si, ya se que soy mayor, por eso mismo me cuido y mi hijo me cuida mucho más.
ResponderEliminarSeguro que llega el día en todos podremos salir libremente de casa, pero ahora, no.
Un fuerte abrazo.
Hola María De Los Ángeles, esperaba ver gente en las terrazas, pero no de esta guisa. Aprovecho mi franja horaria para caminar por la ciudad.
EliminarUn fuerte abrazo y cuídate.
No creo que haya cambios profundos esa es la verdad... me inclino más por lo que dice Ernesto.
ResponderEliminarEs una pena no aprovechar la enseñanza de estos días.
Un poema que deja más de una reflexión.
En la medida que afecta a los otros si me preocupa, está claro que habrá efecto rebrote.
EliminarParece que les importe mucho.
Muchas gracias lunaroja.
Las terrazas están a rebosar han salido atropelladamente como si en eso les fuera la vida, brilla por su ausencia la educación, las buenas maneras.
ResponderEliminarEspero que vuelva un poco la cordura…
Un fuerte abrazo Alfred
Eso parece, todos tenemos ganas, pero no hay que perder la perspectiva, no podemos estar con todos al mismo tiempo en el mismo lugar. Esperemos que se imponga Sneyder.
EliminarUn fuerte abrazo.
Por desgracia, la educación no es como las golondrinas.
ResponderEliminarUn abrazo.
No, de eso me quejo.
EliminarUn abrazo Josep.
Puede ser un atenuante, pero ya llevamos unos días con más capacidad de salir y la cosa no mejora nada.
ResponderEliminarAbrazos Julio.
Tienes razón, muchos ya disfrutan como si no hubiera fases. Aquí aún seguimos con horario de dos horas de mañana y una de tarde, eso por ser viejos, habrá que hacerse la estética je, je. Un abrazo.
ResponderEliminarPues sí, yo estoy en esas franjas que mira por donde, está también ocupada por jóvenes y niños, para ser más, nadie hace ni caso.
EliminarLo de la estética no es mala idea ;)
Un abrazo Mara.
Muy actual y certero poema.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Amapola, pero es triste constatarlo.
EliminarBesos.
Seré rara pero no he hecho lo mismo que los demás. Todavía no me he sentado en una terraza, yo sigo con mis paseos y yo pienso que ya habrá tiempo para ello, que la vida no se acaba, ya vendrán tiempos de jolgorios, de momento yo sigo a mi aire. Porque de todo esto creo no vendrá nada bueno.
ResponderEliminarBesos.
No sé si serás rara, pero yo estoy en las mismas, al principio ma hacía ilusión pero se me quitaron rápidamente, ya no me importa esperar a que se normalice un poco más todo.
EliminarVendrá un repunte, eso seguro.
Besos María.
Hay pruebas duras; otras en cambio... nos llenan de esperanzas.
ResponderEliminarMis mejores deseos.
Está lo ha sido, de las muy duras y está por finalizar todavía, veremos qué nos depara el futuro.La esperanza es lo último que se pierde.
EliminarMuchas gracias, igualmente Guillermo.