Mascarillas Muertas
Por aquel entonces, tiempo ha,
las calles estaban bulliciosas,
la gente caminaba presurosa
pero contenta por las aceras,
entrando y saliendo de tiendas
llenas de actividad y frenesí.
Los vehículos motorizados
inundaban las calzadas de ruido,
mientras los árboles lloraban
sin poder contener su pena
ante el ahogo que sufrían.
Todo el mundo, es un decir,
estaba completamente activo,
quejándose eso sí de lo mal
que lo hacía el gobierno,
el de ahora y el de antes,
que para eso estaban.
Solamente sabían prometer
rebajar los muchos impuestos,
pero luego, ya se sabe,
el tiempo pasa rápido
sin saber cuánto iban a durar.
Pero los que tenían suerte
podían disfrutar de una paga.
gastar en buenas viandas
en selectos restaurantes,
comprar en exclusivos locales
repletos de gente y cosas.
Asistiendo a los múltiples
centros de ocio diseñados
a la última ola moderna
para ordeñar sus bolsas.
Ahora el viento primaveral
se había llevado con él
hojas caídas en invierno.
siendo caras mascarillas
las ocupantes de parterres.
Por momentos añoramos
con nostalgia ese tiempo
siempre recordado mejor
que el actual de encierro
sin esperanza de escapada.
Barcelona, 30 Abril 2020