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Teresa estaba harta de los desplantes de su jefe de
negociado; a pesar de considerarse super-eficiente, éste no la tenía en cuenta
para los ascensos.
Igual no la consideraba atractiva, o quizás demasiado
independiente y auto suficiente.
Pues la rumorología o radio macuto para los veteranos,
decía que las qué supieron atenderle, tendrían premio.
Ella pasaba de esos temas y en caso de una propuesta fuera
de tono, que no llegaba, sabría corresponder como es debido.
Arturo era tímido o se lo hacía, parecía una mosquita
muerta, pero tenía uno de los ratios, mejor considerados en el juzgado.
A pesar de la escasez presupuestaria, obtenía una entrega inusual
de su personal, había quién decía, con la boca pequeña, que tenía contentas y motivadas
a todas sus chicas, bueno a casi todas.
Cada cierto tiempo la favorita había sido promocionada y entonces,
las reglas del juego mandan, se buscaba otra.
Ahora tocaba y era
ella o era ella, Teresa no quería continuar ahí y tampoco se podía permitir ir
sumando años con aquel sueldo.
Arturo estaba contento con su vida, tenia variedad de
chicas para sus devaneos, su vida familiar no corría peligro, pues con el
cambio sucesivo, no daba tiempo a las sospechas.
Cuando el lunes entró en el despacho y observó a la
veterana y austera Teresa, con un aspecto digamos exuberante, sus pequeñas
antenas anti problemas, quedaron bloqueadas y años de resistencia en
complicarse la vida con aquella sabelotodo, se hundieron en la miseria.
Teresa estaba radiante, esplendida, hermosa, todo en grado
sumo, lo cual le hizo merecedora del mejor trabajo, con buena proyección
profesional.
De momento sin insinuaciones por medio, que Teresa esperaba
en cualquier momento y Arturo también, pero en distinto orden. Nunca se
precipitaba, ni daba un paso en falso.
A veces, a la hora de la salida, se pasaban por un pub con
música en directo a tomar unas cervezas, los funcionarios de departamentos diferentes para
confraternizar un poco, fuera de los juzgados.
Allí teresa aprovechó para de forma totalmente inocente,
hacer ver que había algo con su jefe, pues le ría todas las gracias de forma
ostentosa.
Arturo estaba desconcertado y pasó al ataque de forma
precipitada y sin chaleco salvavidas; se ofreció a llevarla a su casa, sólo
enterarse de que tenía el coche en revisión.
Le soltó el rollo habitual de una vida aburrida, que
mantenía las apariencias con su esposa por sus hijos, tres bestias que él
hubiera enviado al correccional; que no tenía con quien hablar y su vida era un
desastre al sentirse sin amor.
Le extrañó un poco que ella, de natural considerada una
mujer fuerte e independiente, le diera la razón de que las parejas se
distanciaban cuando a veces las madres sólo se ocupaban de los hijos.
Teresa pensaba para sus adentros que la cosa estaba
resultando más fácil de lo que se había planteado. El próximo día se pondría
aquella falda con un corte de vértigo.
Y lo hizo, Arturo la siguió al cuarto de fotocopias y sí,
sus partes quedaron bien visibles en una fotocopia en tamaño familiar y las
bragas de ella también, claro.
A partir de aquella sesión, los encuentros se fueron
prodigando, sin ninguna reserva por parte de ella, con lo que la cosa paso de
departamento en departamento, a velocidad de la luz.
Fue entonces cuando Arturo vio que la cosa se les escapaba
de las manos y empezó a mover sus influencias para prescindir de Teresa, vía
ascenso.
Pero este no se producía, las cosas se le complicaban y
tenía miedo de que llegaran a su parienta.
Con lo cual cerró todas las vías de contacto con Teresa, haciéndose
el loco en cada encuentro fortuito, no se podía permitir ningún desliz.
Teresa siguió con su plan, dándole un cariz más drástico; desapareció de un día para otro.
Dejó de presentarse en el trabajo y nadie sabía de ella. Ni amigas ni familiares supieron nada
mientras los días pasaban y la cosa pasó a desaparecidos.
Luego, una vez registrada su casa, se vio que no faltaba nada. Todos sus efectos personales, ropa,
maletas, teléfono etc. etc. estaban.
Así se supo que el último ser vivo que había estado con
ella, era Arturo, que había muchas conversaciones entre los dos y que
curiosamente él tenía un apartamento, del que la familia no sabía nada.
Allí encontraron ropa, objetos de carácter íntimo, las
famosas fotocopias y horror, restos de sangre en la ducha.
Las muestras eran de la desaparecida, y además en un peine
de la casa de ella, se encontró ADN del calvito Arturo, lo cual ya es mérito.
También encontraron algunos billetes, esta vez en su casa
familiar, en una caja de puros que tenía escondida en la librería, cuya numeración correspondía a una partida decomisada
a unos narcotraficantes.
De cuya custodia se
ocupaba: ¡Arturo claro!
El negaba todo, no confesó nunca tener nada que ver, pero no
pudo mostrar una coartada efectiva y su mujer se negó a ninguna ayuda ni a
contratar un abogado decente.
Así las cosas, acabó encerrado en prisión preventiva, una
situación muy de moda en el tiempo de los hechos, Y ahí sigue.
Su mujer acabó liada con el juez que no tenía ninguna prisa
ni en soltarlo ni en juzgarlo.
Teresa goza de buena salud, compartida con un mulato
cachas, con unas manos de oro para los masajes, en una de esas islas caribeñas,
que no extraditan a nadie con una buena bolsa.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Barcelona, 16 de Agosto 2018
Vaya con Teresa, es más lista que el hambre!!!
ResponderEliminarSaludos.
Hay quién se harta de esperar que llegue su tren y además sabe cocinar una venganza con el frío adecuado.
EliminarSaludos.
Final feliz para todos, menos para el canelo de Arturo.
ResponderEliminarMuy bien traída la cosa.
Un abrazo.
Bueno para casi todos :)
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Jajajajajajajaja. Teresa ha pasado a ser mi heroína.
ResponderEliminarAunque las manos del mulato bien podrían serlo también ;)
Besines, ración doble.
:)))) Como soís las señoras!!!
EliminarLo de las manos promete momentos de extásis.
Besines recibidos y compartidos.
Caballero, con quién compartió usted mis besines? jajajajajajajaja
EliminarLe doy más besines por si de tanto compartirlos con quién sabe quién se quedó sin ellos...+++besines
Perdón! Quise decir qué respondidos :))))
EliminarQué jo... eres!
++++Besines para ti!!!
Jajajajajajajaja.
EliminarSoy, soy...
Muchísimos más besines :)))
:)))))))
EliminarLo sé...lo sé...
Pero muchísimos más!!!
A juzgar como la tratas en tu relato.
ResponderEliminarSe diría que te caía bien Teresa.
Besos para ti.
Relato con suspense.
Me gusta la gente que se surca su futuro.
EliminarBesos agradecidos.
Claro!
Jajajajaj bien por Teresa!
ResponderEliminar:)))) SÍ! Bien por ella!
EliminarBesos.
Hola Alfred, vaya, le salio el tiro por la culata a Arturo, y Teresa menuda recompensa tuvo jaja, buen relato.
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja, al final siempre sale alguién más listo. ;)
EliminarMuchas gracias.
Besos.
Me alegro que Arturo recibiera lo suyo. ¡Bien por Teresa! Cuando la mujer se pone redondea la "faena", jaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarBesos.
:)))) Ya veo que a las señoras, les gusta como le dan su merecido al susodicho.
EliminarBesos.
Hola Alfred!
ResponderEliminarMuy bien, un buen relato. Podría se feminista, pero aunque no lo sea, Arturo ha recibido lo que se merece.
Hola Enric!
EliminarMuchas gracias, digamos que algo de ello tiene. ;)
Al final a todo el mundo se le acaba la suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Teresa ha jugado bien las artas. Muy aguda en lo que implicar a ese jefe tan retrógrado como vivales. Este tiene su merecido, así que está bien el cuento.
ResponderEliminarMe gustó mucho, Alfred. Un beso
EliminarCreo que el cuento satisface a la mayoría, no gusta quién se aprovecha de su cargo para obtener cierto tipo de favores, al final acaba siendo una víctima, por la cual nadie siente pena.
Muchas gracias, Albada. Un beso.
Como bien se dice, Arturo encontró zapato a su medida... Supo Teresa llevar su juego hasta el final.
ResponderEliminarBuen relato Alfred, me ha encantado
Gracias Sneyder, eso parece :)
EliminarMe alegra tu opinión.
Hola Alfred , vaya con Teresa le dio donde más le dolió y hizo muy bien ,me a gustado mucho tu cuento , te deseo una feliz noche y mejor semana , besos de Flor.
ResponderEliminarHola Flor, ya ves como se lo montan hoy en día :)
EliminarMe alegro de que te gustara.
Feliz semana.
Besos.
En la vida uno juega con las cartas que le vienen. No valen planes ni argumentos, tu crees que podrás hacer las cosas de una forma y al final te toca hacerlo justo de la contraria. Teresa ha demostrado una gran capacidad de adaptación, eso esta claro.
ResponderEliminarBueno ahora le llaman resiliencia.
Eliminar:)
Teresa Nombre de mujer que dice mucho mujer interesante La Teresa
ResponderEliminarInteresante e interesada :)
EliminarGracias por la visita.
Jajaja, Teresa nos resulta adorable a tus lectoras... pero se era necesaria la perspectiva masculina, para construirla con esa saña y maña.
ResponderEliminarAbrazo.
sobró "se"
Eliminar¿Tus ojos... ya bien?
:)))) Y eso que es de armas tomar.
EliminarAbrazo.
Podría haber sido...será :)
EliminarMucho mejor! Gracias!
Bien por Teresa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya veo que te ha caído bien ;)
EliminarUn abrazo.
¡Vaya! Con teresa, la hizo perfecta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, eso parece ;)
EliminarUn abrazo.
Una Jovita ese Arturo!! Se me vienen varios refranes a la mente:
ResponderEliminarA cada cerdo le llega su San Martín
Donde las dan, las toman
Quien a hierro mata, a hierro muere
Siembra vientos y recoges tempestades...
Y resultó ser más inocente de lo que creía. Teresa y su mujer le ganaron. Es que ya se sabe, Dios los cría y ellos se juntan.
Un saludo
El refranero da una respuesta a cada situación :)
EliminarUn saludo.