Peces encerrados en un estanque (Foto del autor)
No me pongas la almohada encima.
No me gusta y me angustia, tras ver el resultado en
otras situaciones similares, bueno de las películas más que nada, pero no me
trae buenas sensaciones, creo que es mejor evitar según qué juegos.
Tú lo encuentras gracioso, pero despertarme a media
noche, con ella ahogándome, es muy descorazonador.
A parte que los antecedentes que me recuerda, no son
de lo más halagüeños.
Ya sé que ronco, a veces en demasía y a veces durante
mucho rato, hasta que tú, con una cariñosa coz en mis costillas, consigues que
me voltee, y deje de darte la tabarra durante un buen rato.
Así pasamos noches en alegre camaradería,
mientras mis costados van cogiendo un
aire sacro, por su tono purpúreo.
Hasta ahora he conseguido despertarme, angustiado
pero con fuerzas para retirar esa almohada asfixiante sobre mi cara, sin ver
ninguna luz blanca al final de un túnel.
Pero de alguna manera siento que esto puede cambiar en
un momento en cualquier noche, aquella en la que te salgas con la tuya, con eso
de ponerme la almohada encima hasta que ni ronque, ni respire, ni nada de nada.
Tu insistencia no augura nada bueno, además ni
siquiera disimulas.
Al menos al principio, intentabas seducirme, con
puestas en escena espectaculares, juegos con esposas y antifaces, que solían
acabar felizmente.
Pero ahora, casi no tienes la gentileza de esperar a
que apague la luz, tras mi enésimo intento de avanzar, en la lectura de Ulises, un
libro al que sabes que tengo un gran aprecio, por eso, supongo, me has regalado
varias versiones de diversos traductores, e incluso ediciones comentadas, para
adentrarse en el mágico mundo, que describe el autor, de su Dublín natal.
Encima en verano, es cuando este tema se me hace más
recurrente, será porque es cuando hay más tiempo libre, para dedicarse a los
temas esos de la cultura.
Que te voy a decir que tú ya no sepas, después de
tanto tiempo de convivencia, si claro, antes no roncaba, ni me dormía a la
primera de cambio, encima de ti soltando la babilla.
Pero de eso a tenerme sujeto de pies y manos,
encadenado a una cama, con cinta americana sellando mi boca, esa que tanto te
gustaba explorar, en tiempos no tan remotos, con tu lengua ahora viperina para
mí.
Puedo seguir diciendo que estoy rendido a tus pies,
pero ahora no es un recurso de conquista fácil, sino una cruda realidad, que
provoca un sudor frío en mi espalda.
Esa que está reclinada sobre una cama, de la cual no
puede salir, esta vez te has preocupado muy bien de que así sea.
Por suerte no
sabes, que tú tampoco saldrás de esta. Temía acabar bajo la almohada, por eso puse
unas gotas añadidas a tu vaso de leche nocturna, así poco a poco, con la
tenacidad de las hormigas, he ido minando tus defensas.
Ahora estás derrumbada sobre mi inerte cuerpo, el
esfuerzo por apretar con fuerza la almohada sobre mi cara, ha pasado la factura
final.
Será un bonito cuadro para los agentes que vengan a
saber que ha pasado con nosotros, cuando apestemos lo suficiente para molestar
algún vecino, y tengan la visión de dos ex amantes tan juntos.
Sarrià, 25 Julio 2017
Crónica de una muerte anunciada. Lo de que sea por partida doble es la sorpresa.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo, Alfred.
Muchas gracias Chema.
EliminarUn abrazo.
Es uan imagen espeluznante, de juegos sin vuelta atrás. Me gusta cómo has llevado el relato. Porque el final es una vuelta de tornillo muy buena.
ResponderEliminarMejor dormir sin almohadas, quizás :-) Un beso
Tristes rutinas que conducen tras el aburrimiento a un desenlace amargo.
EliminarMuchas gracias!
Y sin vaso de leche :)
Un beso.
Muy bueno, Alfred.
ResponderEliminarLa convivencia tiene esas cosas, lo que al principio era juegos sexuales acaban con los años convirtiéndose en juegos mortales :))
Como siempre, una sonrisa para esa ironía tan tuya ;)
Besines.
Muchas gracias Livy.
EliminarHay de esos juegos que se convierten en tristes rutinas. ;)
Sonrisa compartida :))
Besines.
Muy bueno, lo peor es que ni tan siquiera me parece exagerado :) el ser humano es experto en tomar caminos que no llevan a ningún lado, sólo a esas situaciones donde no puede hacerse otra cosa que llevarlo todo hasta las últimas consecuencias.
ResponderEliminarMuchas gracias Beauséant! Digamos que es inherente al ser humano, complicarse la vida, hasta extremos inauditos.
EliminarMira que eres macabro , pero muy sutil me gusta tú estilo . Muy bueno espero que no tarde mucho en descubrirlos lo digo por el olor y más ahora que estamos en verano .
ResponderEliminarBesos de flor .
Hola Flor! Sí, un poquito ;)
EliminarMuchas gracias!
Esperemos que sea una cosa rápida.
Besos.
Un paso más allá del sado. Buen final como siempre. Y la foto me encanta: peces encerrados también en el reflejo.
ResponderEliminarBesitosss
Sí, puede ser, pero creo que son juegos inocentes, que al final aburren soberanamente, y la solución que encuentran , no deja de ser un poco bestia.
EliminarMuchas gracias lopillas!
Besitos.
Al principio del relato me reía, pero luego me dado un repelús...
ResponderEliminarYa he vuelto a casa, se me acabaron las vacaciones. te hice caso y me fui a Levante a ver si veía fuegos artificiales y...los vi...preciosos.
Un abrazo
Tranquila, sólo es un relato un pelin macabro. :)
EliminarBien hecho, has disfrutado de fuegos, allí son espectaculares, llevan la pólvora incorporada en el ADN. Y ahora el calorcito madrileño.
Un abrazo.
Es muy impresionante el desarrollo de la historia. Como siempre un gran final. Te aplaudo de pie.
ResponderEliminarUn abrazo.
Caramba Sara, que exageración, puedes sentarte. ;)
EliminarMuchas gracias!
Un abrazo.
Vaya tela... que bonitas son las relaciones humanas...
ResponderEliminarSi es que se les ha ido la mano.
Saludos.
No hay nada más hermoso que el amor en cualquiera de sus facetas.
EliminarSaludos.
En ocasiones tanto cariño mata; a las pruebas me remito. Besos!!
ResponderEliminarNi que lo digas, los excesos nunca son buenos ;)
EliminarBesos!
Ufff acabar así...
ResponderEliminarQué complicada es la naturaleza humana.
Buen relato,Alfred.
Besos.
Somos liados y liantes ;)
EliminarMuchas gracias Carmen!
Besos.
Madre mía si es que vaya complicada que hacemos las relaciones y la misma vida.
ResponderEliminarGenial tu texto, amigo Alfred, igual la imagen.
Besos.
Nos complicamos la vida hasta extremos inimaginables y así nos va. ;)
EliminarMuchas gracias amiga María.
Besos.
Juntos hasta la muerte...
ResponderEliminarBesos.
Sí! Bien juntitos, en eso se han puesto de acuerdo.
EliminarBesos Amapola.
No me des ideas, Alfred... aunque sería bueno que mi mujer dejara de darme codazos cada vez que ronco.
ResponderEliminarAbrazos.
¡No! Si yo solo pasaba por aquí...
EliminarEs verdad, vaya costumbre más peregrina lo de los codazos.
Abrazos.
Hola Alfred!
ResponderEliminarEsta pareja hubiera sido mejor que nunca se encontraran.
Hola Enric!
EliminarY entonces nos hubiéramos perdido está magnifica historia ;)
Tus textos tienen la magia de atrapar a los que te leemos y da igual el tema, eres tú y punto.
ResponderEliminarOn beso.
Caramba! Cuanto honor! Me has dejado sin palabras.
EliminarUn beso mari carmen.
Esto... te iba a decir algo
ResponderEliminarpero he llegado a
"con tu lengua ahora viperina para mí."
y me estoy escharrando, de risa ante la cruel realidad de tantos...
por suerte, a algunos nos salen alitas y volamos antes de
jejeje
un beso
Esto...dilo!
EliminarEso está bien, salir volando...:)))
Un beso.
Está genial este texto Alfred, al principio nada hace sospechar ese final tan acordado entre las partes, jejeje. Mejor no dar ideas como dicen por ahí o en caso contrario dormir sin almohada. Es que eso de roncar es un coñazo para quien lo tiene que soportar.
ResponderEliminarCuanto discurres Alfred con estos textos tan originales.
Besos
Puri
Muchas gracias Puri!
EliminarNada es lo que parece, las cosas empiezan de una manera y acaban cómo acaban.
Besos.
Te voy a mandar una poca de lluvia... que acá ya tiene una semana lloviendo a toda hora. como muy pocos años, pues por lo general es muy seco. Ya están las presas y los ríos desbordados. El extremismo total.
ResponderEliminarSí...porfa! Estamos en una sartén, creo que ya a punto para mordernos unos a otros.
EliminarEl tiempo está loco y nosotros somos los culpables, al menos eso parece, aunque gente cómo el presidente vecino, vaya diciendo que no.
Besos.