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Tras la tormenta
Toda
aquella lluvia no podía ser normal, vale que estábamos en mayo, plena
primavera, época de lluvias y tiempo inestable, con alternancias de frío y
calor sin venir a cuento; pero tantos días seguidos empezaba a molestar, por
mucho que se estuvieran llenando los pantanos.
Eso
cambia el carácter ya de por sí inestable de ciertas personas, las más
propensas a dejarse influir por circunstancias externas, a su débil
personalidad.
Tener
que enfrentarse a la dura realidad, en estas circunstancias, se le hacía
especialmente duro a nuestro hombre.
Se
había concienciado en sobre manera, todos a su alrededor, alardeaban de que esta
vez sí, iban a echar toda esa escoria, venida desde vete saber tú dónde y así
acabarían con todos los problemas del barrio, antes tan decente, con sus
arbolillos y parterres siempre arreglados.
No
como ahora, con críos jugando con la pelota, a todas horas en la calle, estropeándolo todo y gritando sin venir a
cuento.
Habría
trabajo para ellos, los de casa, los que se lo habían ganado, por estar
sindicados y acudir como un clavo a todas las concentraciones y huelgas
convocadas.
Pero
él no lo veía tan claro, esa gente tenía derecho a sobrevivir, lo habían tenido
muy difícil y trabajaban como el que más.
Tenía
muy dentro metido, lo de ser tierra de acogida y de las oportunidades para
todos, sin tener en cuenta raza, origen, religión, Una república abierta en
todos los sentidos.
A
todos nos gusta ser dueños de nuestra historia, convocar las grandes gestas del
pasado para dar ánimos en momentos de penuria. Pero los tiempos cambian, la
unión entre estados es más provechosa que la eterna división con peleas
vecinales.
Nadie
a su alrededor parecía tener todo eso en cuenta, solo veían que los suyos, los
de toda la vida, se habían vendido al capital y su grandeza estaba en manos de
una fuerza nueva, con ganas de acabar con el estatus imperante.
Pero
haría caso a los viejos maestros, a esos exiliados que supieron enseñarle unos
principios que, aunque perdidos, siempre serían válidos.
No
podía ser que la barbarie se impusiera a lo razonable, por apestoso que se
presentara en su nueva vestimenta, eran tiempos de dudas convulsas, pero había
que levantarse y afrontar el mal tiempo, un voto siempre es importante.
Con
el paraguas, que siempre es inútil si el viento sopla más fuerte de lo mínimamente
aceptable, con el cuello de la gabardina subido, la papeleta escogida desde
casa, para que nadie se fije en ella, se dirigió, principios abandonados de por
medio, hacia el colegio donde ondeaban banderas que no suelen indicar lo mismo para
todos.
Pasada la tormenta, felices y contentos, sin entender nada, pero liberados de la angustia ante el abismo, los de siempre brindan con "champagne"; el sistema está a salvo.
Pasada la tormenta, felices y contentos, sin entender nada, pero liberados de la angustia ante el abismo, los de siempre brindan con "champagne"; el sistema está a salvo.
Sarrià,
10 mayo 2017
No me gustan los xenófobos, no me gustan los racistas, no me fío de los que van de salvadores de la patria, de hecho, no me gustan los que en nombre de la patria, sea grande, pequeña o enana hacen las barbaridades que hacen, no me gustan los que enarbolan una bandera y lo usan como justificación de más barbaridades, no me creo ya nada de nadie, ni de los que son, ni de los que con la excusa de salvarnos de ellos son el quítate tú para ponerme yo...no me gustan las charangas, quizá es que soy un poco siesa ;)
ResponderEliminarEso sí, me gustan tus relatos y la lluvia :)
Besines.
Podríamos discutir largo y tendido sobre todo esto, llegando a algún acuerdo de mínimos tras muchas concesiones y varias copas.
EliminarLa lluvia es necesaria pero muchas veces incordia, mis relatos no sabría decirte ;)
Besines.
No puedo entender que nadie sea defensor/a acérrim@ del patriotismo férreo, ese que estrangula la racionalidad y saca lo peor de dentro. Los países son para aquellos que nacieron en ellos, sí, pero también para los que quieran hacer de ellos su hogar, mucho más si huyen del suyo propio a causa de las feroces guerras que campan a sus anchas por ahí y de las que todos parecemos hacer oídos sordos...
ResponderEliminarEl voto es primordial para hacernos ver y sentir, el problema viene luego...en lo que parece ser, nada cambia... :=o para desagradable sorpresa de much@s.
Besos.
Los países serán para quienes puedan pagarse su estancia. Ese es el camino que nos quieren imponer y no el que predican.
EliminarBesos.
Tema inagotable, profundo y para meditar con horas extras...
ResponderEliminargracias Alfred.
Un beso.
Por supuesto, aquí solo pongo un esbozo, de todo lo que te viene en mente, tras ver el desastre que se avecina.
EliminarUn beso.
Dicen eufóricos que la crisis se acabó, mentirosos infames.
ResponderEliminarOtros de la misma casta, que nos van a salvar.
Maldita entraña de los unos y los otros que están llevando el mundo hacia el abismo.
Me gusta lo que dices, Alfred.
La crisis no se ha acabado, han reducido los costes laborales a nivel de esclavitud y los pensionistas vivimos anclados en el pasado.
EliminarMuchas gracias!
Ya no sé qué decir...
ResponderEliminarMe han defraudado todos.
El sistema no funciona.
Pero somos unos cobardes.
Ya no lo veremos pero espero que otras generaciones menos cobardes logren arreglar este estercolero "democrático".
Esa es nuestra esperanza, Toro. A trancas y barrancas vamos limpiando la casa.
EliminarHemos de hacernos oir, mostrar nuestra disconformidad con esa forma barata de tomarnos el pelo. Por parte de unos y de otros.
EliminarClaro que sí Tecla, la limpiaremos!
EliminarSabes todos somos complices de lo que nos pasa ya que sabemos que el gobierno nos engaña y teniendo la mayoría absoluta , en su día no hizo nada , por arreglarlo .
ResponderEliminarY en tema de corrupcion todos están bien surtidos incluyendo los podemitas .
Una entrada muy interesante .
Besos de flor .
Creo que es así, tenemos aquello que hemos tolerado.
EliminarMuchas gracias.
Besos.
Qué hemos hecho con el mundo?
ResponderEliminarBesos.
Destrozarlo.
EliminarBesos.
Los únicos que ganan siempre son los políticos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es posible.
EliminarUn abrazo.
Hola Alfred!
ResponderEliminarLa última estrofa es auténtica pero es sólo el resumen de una realidad de lo que mucho se puede decir de una sociedad en la que inductores e inducidos parece que piensen igual. El voto, sería para disimular.
Hola Enric!
EliminarParece que el voto sólo responda a una rabieta en la mayoría de casos. Aquí todavía es más incomprensible.
Añoro muchas cosas, y esto que veo ahora, no me gusta ni lo conozco, no me gusta este ritmo que llevamos, es muy fúnebre.Yo tambien me siento muy defraudada.
ResponderEliminarUn abrazo con el corazón Alfred.
Feliz finde.
No es para estar contentos, aunque se haya conjurado la subida del populismo xenófobo.
EliminarUn abrazo sentido Carmen.
Feliz semana.
Un tema complicado de tratar que llevaría horas de tertulia y con disparidad de criterios Alfred.
ResponderEliminarLo más certero de esto es la lluvia que acompañó todo el rato .
Besos Alfred.
Puri
Es un tema que exige una reflexión profunda. La lluvia es una acompañante.
EliminarBesos Puri.
Hace falta mayor sufrimiento a más personas, para ver si así por fin nos atrevemos a unirnos y envalentonarnos, para convertirles ese champagne en hiel a esos. Al fin, qué perderíamos... la vida? Hace tiempo que no la tenemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Más aún? No entiendo esa venda que algunos llevan con alegría, creyendo en falsas promesas de recuperación, que no se cumplen.
EliminarHay que hacer una buena limpieza en las instituciones.
Un abrazo.
Que será dentro de nada de nosotros a este paso.. o de los nuestros ni lo quiero pensar.
ResponderEliminarBesitos
De momento quedan las espadas en alto, pero todo es muy provisional.
EliminarBesitos.
Una pena que la mayoría cree que es mejor estar así que levantar la cabeza.
ResponderEliminarUn abrazo Alfred
Hay una mayoría borreguil, que nos está llevando al desastre.
EliminarUn abrazo Malque.
Las cosas han cambiado mucho, por lo menor para mí, desde que comenzó la crisis, nos han empobrecido, y digo que "nos han" porque ellos cada vez más ricos y nosotros cada vez más pobres, y lo que es peor, sin trabajo o con trabajo pecario.
ResponderEliminarBesos.
Las desigualdades sociales van en aumento, los ricos aumentan su capacidad y los demás a remolque, dejándose el estado del bienestar en el olvido.
EliminarBesos.
El miedo no deja pensar, quizás por eso hay quien sigue antiguas doctrinas, no sea que algo nuevo les muestre la realidad. Un saludo.
ResponderEliminarParece que así es, la población está inmovilizada por su miedo a enfrentarse a la realidad, que le obligaría a cambiar.
EliminarUn saludo.
Ojalá esa lluvia se llevara todas esas miserias y mentiras de los que se enriquecen con el sufrimiento ajeno, es terrible ver como siguen engañando, robando y mintiendo y no decimos nada.
ResponderEliminarBesos
Tendría que ser una de esas tormentas que arrasan con todo y como siempre pagarían justos por pecadores. Pero no nos hemos de conformar.
EliminarBesos.
Contestando a la primera parte de tu relato, te diré, ¡¡Que suerte tenéis los que veis la lluvia!!
ResponderEliminarNosotros, en el centro, no vemos ni sentimos ni una gota. Estamos secos y los campos cercanos a la capital igualmente áridos.
Me gustaría pasar un rato en ese lugar tan lluvioso.
Un abrazo
Tener lluvia es una gran suerte, es fuente de vida.
EliminarEstáis más cerca del cielo, pedid que os echen un poquito.
Ya luce el sol hace días :)
Un abrazo.