No sabía qué
era lo que le cautivaba de aquel hombre, siendo un tipo maduro, estaba claro
que no era precisamente el aspecto digamos de buen ver, en plan puramente varonil.
Si que tenía una
cautivadora voz queda, con la que se dirigía no se sabe bien a qué ni quien,
pero al oírla día tras día se le hizo arrebatadora.
Sus palabras
eran como una fina lluvia cuya cadencia, iba calando en su interior un
sentimiento presto a fructificar en su árido verano tras un mayo florido.
Aquel hombre desgranaba
un monologo, interrumpido por largos silencios, en los que expresaba con gran
sentimiento el devenir de su vida y la falsedad del sueño de la libertad por
oposición a la rígida vida laboral y la tiranía de los horarios.
Se iba
despachando a gusto, a veces con sorna e ironía, sobre la vida pública
presente, en la que nada era lo que parecía o querían vendernos.
Ella veces se
bajaba de su taburete de observación y daba una vuelta por la sala e
intercambiaba unas frases con su compañero de la otra sala, el cual se reía de
las ocurrencias que le contaba sobre su
fiel visitante.
Con lo cual se
perdía algunas frases, que quedaban sueltas en el aire de la exposición sin
saber bien bien a quién iban dedicadas, aunque la joven del cuadro, si parecía
prestarle atención.
Un buen día se
le acercó y mirándole directamente a los ojos se lo preguntó
-
Buen hombre, con quien habla
usted.
-
Con todo aquel que quiera
escucharme, le soltó con una sonrisa del todo afable.
-
Eso está bien, pero se me hace
un poco extraño verle aquí, sólo, hablando sin parar, sin nadie que le preste atención,
que le escuche, salvo yo, a ratos.
-
Para mí ya es importante. Si es
usted o ella, no variará mi discurso. Pero ella siempre pone cara de estar
interesada.
-
¡Pero ella es un cuadro!
-
Sí, pero muy inteligente, me
obliga mucho a pensar lo que quiero decirle. En cuanto a usted Sra. no me
atrevo a molestarla, pues se que está atenta a cuanto pueda ocurrir y no debo
distraerla. (Esto me pareció decirlo con cierta sorna, dada la poca actividad
diaria)
-
Usted mismo, pero al final le
tomaran por un viejo chalado. Aunque en mucho de lo que dice, tiene más razón
que un santo.
-
¡Gracias! Pero no deja de ser un
desahogo, para sentirme vivo sin molestar demasiado. En todas partes la gente
no tiene tiempo de conversar, se escudan en una despedida rápida para
desaparecer, en pos de su trabajo o de sus rutinas diarias.
-
Ud. Es joven y guapa y no tiene
que temer la sensación de ser un poco estorbo o algunas veces un objeto
invisible.
-
Gracias por el cumplido, pero ya
estoy en la edad de ser invisible, se dé que hablo. Vivía con una hija mía que
se fue con el último novio que tuve, vale que era algo más joven que yo pero
estuvo feo, encima no me habla.
-
La vida actual no la acabo de
entender, es todo demasiado precipitado, poco reposado, todo es aquí y ahora.
Ven algo que les gusta y a por ello, sin mirar de quién es o a quién importa.
-
Si algo así, estamos en una
jungla, no hay reglas.
-
ya
La quietud de
la sala se prestaba a las confidencias, a medida que ella fue desgranando su
vida, se fue sintiendo más a gusto con aquel hombre de mirada sincera, como
alguien a quien sí le importaban sus cuitas.
La mujer del
cuadro esbozó una imperceptible sonrisa, había visto escenas curiosas, pero
aquella le enterneció los colores, aunque siempre profesional, recupero el tono
inmediatamente.
Me ha gustado mucho el final,he imaginado a La joven de la perla con una amplia sonrisa.
ResponderEliminar; )
Besos.
Creo que ha esta escena le convendría una de esas músicas que tú, tan bien sabes escoger ;)
EliminarBesos.
Esta chica del cuadro va a ser la del viernes pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por eso hoy he puesto la fachada de su casa :)
EliminarUn abrazo.
El escrito anterior era original y éste también. Estaba muy bien escrito y éste también. Tenía un fondo, y éste también. Son diferentes y en el fondo muy parecidos. En que los diferencias?
ResponderEliminarDigamos que es como tirar una moneda al aire y ves las dos caras mientras cae ;)
EliminarMuy profesional la modelo, perla en ristre, atesorando miradas de complicidad entre espectadores. Vigilante incluida en este caso, y un pelín menos profesional :-)
ResponderEliminarUn beso
No sé si son muy profesionales pero si sé, que son muy humanos.
EliminarUn beso.
Cuan cierto....demasiado apurados para tener una sana y proficua charla
ResponderEliminarA medida que pasan los años y se van de a una las amistades ....el silencio comienza a ser mas tenso.
Gratisimo leerte
CAriños
No escuchamos a nuestros mayores ni siquiera cuando empezamos a ser uno de ellos.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
La mujer del cuadro es puro corazón.
ResponderEliminarYo creo que por las noches baja del cuadro y pasea por la ciudad.
Saludos.
La mujer del cuadro es la protagonista de esta historia, pero no me tientes a seguir...
EliminarSaludos.
cuadros que cobran vida y dejan de sentirse solos ante un montón de visitantes que pasan sin cesar.
ResponderEliminarBesos
El cuadro no ha sido inmune al poder cautivador de la palabra.
EliminarBesos.
Que triste llegar a viejos, hoy día la experiencia ya no es un grado, es un cargo.
ResponderEliminarMuy bonita la historia paralela a la de la otra vez, y con un final encantador.
Me gustó mucho Alfred.
Un abrazo.
Gracias Elda, por suerte ahora se llega a viejos en mejores condiciones, bueno generalmente :)
EliminarUn abrazo.
Si mi instinto no me engaña esta la 2 parte de la entrada anterior "la joven de la perla" , que el pobre hombre todavía esta ligando la guardía jurado , no ? espero que al final haya boda , y así la mujer del cuadro pueda ser testigo de tal unión .
ResponderEliminarPd : Ahora cambiando de tema , no te preocupes que me he dado cuenta , de que me estabas gastando una broma , yo cuando pido una cosa como la de ayer me gusta que seais sinceros y me deis vuestra opinión , por que asi se si de verdad os gusta o no , es como saber si realmente valgo para escribir relatos de terror o algo parecido , ya que yo siemplemente soy una aprendiz a escritora , sabes por tu forma de ser cre que tu y yo vamos a tener muy buen filing , jajajajaj te deeo una feliz tarde besos de Flor.
La verdad es que no sé si habrá algo o no, se lo preguntaré a la chica del cuadro ;)
EliminarEs un honor que tengas nuestros comentarios en consideración, el mundo de los blogueros es como una familia en la que nos animamos unos a otros, al menos así es por regla general.
Tu sigue matando gente de forma truculenta que yo me lo paso bien.
Creo que sí, que nos vamos a entender, feliz para ti.
Besos.
Qué maravilla, tocayo, el mismo relato, pero desde otro punto de vista, con otro narrador. Eres un genio. Y el toque final de la sonrisa de la mujer del cuadro ha sido sublime... ¿Un preludio para una tercera parte, en que sea ella, pintura, la narradora, viendo la escena desde fuera? Si no lo habías pensado, ahí dejo la idea.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.
Veo, por vuestras sugerencias, que el tema no está acabado, veré que puedo hacer al respecto, gracias.
EliminarUn abrazo tocayo.
Es precioso, tiernísimo, Alfred. Esa mujer del cuadro y el viejecito :)
ResponderEliminarQué lindo y qué triste también. Enhorabuena.
Besos
Muchas gracias Celia, no pretendía que fuera excesivamente triste, solo un poco real ;)
EliminarBesos.
Creo que hay muchas personas como el protagonista de la historia, creo también que siempre es hermoso que podamos sacar del alma aquello que llevamos aunque se lo digamos a la mujer de un cuadro...es una forma de antídoto contra la depresión de la soledad, tan, tan presente en nuestros días...
ResponderEliminarMe ha seducido el relato... y quiero pensar que la mujer del cuadro sonriera levemente ante unas palabras nacidas del alma.
Un saludo.
Ángeles
Supongo que podemos considerarlo una alegoría del mundo moderno, donde hay gente que queda arrinconada superada por las nuevas maneras de hacer las cosas, no siempre los nuevos comportamientos, son los adecuados.
EliminarUn saludo.
Precioso relato . Un beso.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Muchas gracias Amapola.
EliminarUn beso.
Se me hace que la niña de la perla se está buscando su propia historia seriada. Hay personajes así!! Con esos, hay que ponernos a su servicio y escribir lo que nos dicten!!
ResponderEliminarUn beso desde el óleo al que pertenezco, jajaja.
Creo que te haré caso y la dejaré que se pronuncie ;)
EliminarUn beso Sara.
Que hermosura has parido!
ResponderEliminarBesos sin balas ��
Pd espero que está vez no se borre el comentario
Muchas gracias MaRía, agradezco tan acertado elogio ;)
EliminarTu comentario está aquí presente para mi admiración.
Las balas mejor en otra ocasión, los besos sean correspondidos.
Como siempre un placer leer tus relatos e historias. Mis felicitaciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias Rosana.
EliminarUn fuerte abrazo.
ultimamente creo que me seduce mas alguien que pueda intercambiar conmigo referencias culturales incluso tan distantes o desconocidas para mi para poder mantenerme interesada y agradecida de hallar a alguien en el mundo para poder compartir.
ResponderEliminarMe parece muy bien, es bueno poder compartir gustos y experiencias de ese tipo.
EliminarBonito y muy bien hilvanado con el anterior, no se, si nos sorprenderas con alguna puntada más... pero esta segunda parte, lo has bordado.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Saludos.
Muchas gracias Manuel. Haré una puntada más, para dar el último punto de vista de esta historia.
EliminarSaludos.
Vivimos en un mundo en el que hablar con uno mismo o leer mensajes en el móvil va siendo lo que nos queda. ¡Quizás queden los cuadros ellos siempre nos dicen algo, mientras escuchan! Bonito relato. Saludos.
ResponderEliminarAhora ir andando por la calle, instalado en un transporte público o contemplando a los automovilistas, es todo un espectáculo de gente gesticulando o contemplando embobados la pantallita del móvil.
EliminarMuchas gracias!
Saludos Mara.
Si es que a veces hay imágenes que hablan, cuadros que nos dicen cosas y además como en tu relato nos hacen sentir menos solos. Precioso :)
ResponderEliminarBesos Alfred!
Podemos establecer diálogos intensos con personas aparentemente estáticas pero muy receptivas ;)
EliminarBesos Sofya!
la mujer del cuadro era muy observadora, porque hasta la cara la cambiaba ante algunas escenas de la vida que veía, pero en mayo? yo creo que el cuadro estaba sin terminar... no se, voy a dejar de leer tu blog hoy, ya seguiré otro día
ResponderEliminarla mujer del cuadro era muy observadora, porque hasta la cara la cambiaba ante algunas escenas de la vida que veía, pero en mayo? yo creo que el cuadro estaba sin terminar... no se, voy a dejar de leer tu blog hoy, ya seguiré otro día
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