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OPERACIÓN
RETORNO
Estamos a final
de mes, del mes de vacaciones por antonomasia, el caluroso agosto.
Miles de
ciudadanos se aprestan en el retorno a la gran ciudad, esa que ha estado tan
tranquilita, menos en las zonas invadidas por las hordas turistas, desalmadas y
sin ningún aprecio por los indígenas, que han resistido el calor y se han
quedado montando guardia desde sus casas, para dar ambiente cosmopolita.
Las autoridades
están contentas porque el número de muertos en carretera, ha sido menor que en
años anteriores y eso es bueno de cara a la competencia del ministro del ramo y
ya puestos, para dar buena sensación de cara a las próximas elecciones. Ponerse
medallas forma parte del ritual del político.
Durante buena
parte del día, se iban viendo coches cargados hasta los topes, aparcando encima
de las aceras, para hacer más fácil el desalojo de sus ocupantes y sus pertrechos,
lo más cerca posible de la puerta de entrada de su domicilio.
Algunos sacaban
una jaula de esas pequeñas, donde se suele llevar la mascota, un gato la
mayoría de las veces o un perro de esos minúsculos, con las posaderas justas a
la medida de un zapato, para darle una patada de despedida.
Algunos, aunque
me parece que se está perdiendo la tradición, la jaula es de esas de colgar,
con un periquito dentro, o del Barça, que nadie se me moleste por ello y no me lo tenga en cuenta, que
hay mucha suspicacia en esto y otras cosas, como las listas del sí, del no y
del puede ser, pero ahora no lo tengo claro.
Mientras escribo estas líneas bañado por una esplendorosa
luna de tonos amarillentos, camuflándose cual sol naciente, tengo puesto en la
tele, como fondo de ambiente, en una casa con mi única presencia, un programa
sobre la actuación “castellera”,
se ve que hoy era un día súper especial
para los grupos dedicados a esta curiosa actividad autóctona, de montarse unos
encima de otros, buscando tocar el cielo con las manos.
Un pueblo que es capaz de hacer esto para divertirse, es
capaz de cualquier cosa.
El espectáculo es brillante, no recuerdo haber visto nunca
una retrasmisión completa de un día de competición de los castillos humanos, si
alguna reseña en algún noticiario, sobre todo los regionales, pero en horario
preferente y con todos los medios puestos, para conseguir una retransmisión
impecable, es mi primera vez, la verdad es que impresiona, tanto que ya me he
olvidado de que estaba hablando anteriormente.
De momento siguen subiendo con formas y estructuras
diferentes, alcanzando alturas comparables a edificios de tres plantas, con
muchos éxitos y algunas renuncias antes de venirse abajo, cosa que también
ocurre, lo llaman Hacer leña.
Precioso día de San Félix, no me pregunten por la
terminología con la que definen las construcciones, por qué no lo sé, está en
función de cuantos intervienen en la base y en la columna que se forma, de uno,
dos o tres componentes y más cosas.
Los japoneses flipan.
¡Estamos salvados!
¡Feliz reentré!
Yo también flipo con los "castells".
ResponderEliminarEs toda una metáfora de lo que se puede conseguir colaborando con los demás.
Saludos.
Es un mundo curioso, lo tenemos al lado y no le prestamos atención, salvo alguna fiesta popular en la que se apuntaba alguna colla para darle el toque folclórico, no me había entretenido en seguir sus evoluciones y de repente ayer, zas! toda una retransmisión entera.
EliminarSí, es una buena metáfora!
Saludos
Y se acabaron las vacaciones y todos vuelven a sus ciudades.
ResponderEliminarUn beso.
Se acaba una temporada de asueto y empieza la vida rutinaria ciudadana.
EliminarTodo tiene su momento.
Un beso.
Me encanta todo lo que comentas de las tradiciones y fiestas que tienen por allá, me gustaría vivir en un lugar con todo eso....
ResponderEliminar=)))
Es una cosa muy peculiar y que no se da en ningún otro lugar, y es subyugante ver como los hacen y la gente les aplaude tanto si lo consiguen como si no. Es un ambiente muy peculiar. :D
EliminarRetorno a la rutina, a las rutinas, que dejamos ir, como grilletes, para volver a ser pájaros en jaulas. Esas que ya no se ven en los coches en la operación salida.
ResponderEliminarBuen regereso a las rutinas. Un beso.
Viene Septiembre, el mes temido, en el que regresan las obligaciones laborales y los colegios para los menores. Las jaulas se llevan puestas.
EliminarUn beso.
Els Castellers, es una costumbre muy nuestra pero nunca me he sentido especialmente atraido por esta fiesta. Comprendo que los japoneses i en general todos los turistas flipen, porque no es para menos,
ResponderEliminarUn saludo a la altura de 11 metros.
Pues una actividad digna de todo respeto, en la que se resaltan las virtudes de realizar las cosas en equipo.
EliminarDesde Sarriá, un saludo.
Cada vez creo más que las vacaciones no pasan de ser salir de una jaula para entrar en otra, un poco más espaciosa, pero siempre con límites y finales.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
HD
En realidad sales con un hilo atado al tobillo, no sea que te vayas muy lejos.
EliminarUn gran abrazo!
Alfred.
No me extraña que flipen los japoneses, porque si algo somos es flipantes. Para lo bueno y para lo malo.
ResponderEliminarQue sea feliz también para ti.
Saludos.
Bien cierto, somos flipantes y en algo únicos en el mundo.
EliminarFeliz semana.
Saludos.
Llega septiembre y todos a su jaula particular, unas más grandes que otras, pero jaulas al fin y al cabo.
ResponderEliminarLos atascos se repiten todos los años por las mismas fechas, porque todos quieren aprovechar hasta el último mínuto, y así pasa lo que pasa, 24 horas en la carretera,al relentin.
Muy buen y real entrada.
Un abrazo.
Bueno, no se les puede recriminar el comportamiento a los otros cuando todos hacemos lo mismo.
EliminarMuchas gracias por tu valoración.
Un abrazo.