COSTA BRAVA
La buganvilla
trepa por la pared y se afianza en la barandilla, haciendo de escalera para la
ardilla exploradora, que observa atenta, mis movimientos por si son de peligro hacia
ella.
Descartándome
como tal, desaparece tranquilamente en busca de una buena piña que llevarse a
la boca.
Contemplo la
estela que deja un barco, tras su paso por el mar que se ve al fondo, del
paisaje que persiguen mis ojos.
Unas
golondrinas van y vienen supongo que trayendo sustento para sus crías,
aposentadas en un nido de barro adosado a una de las viejas vigas de madera que
aguantan el techo del porche en el que me encuentro, gozando de la vista y de
un aire reparador en esta calurosa mañana de agosto.
Una paloma
torcaz, de considerable tamaño, toma posesión de una esquina de la piscina,
donde se surte de agua, bebe rápido y con avidez, observando el entorno con
cautela.
La lagartija,
ajena a todo lo que le rodea pasea plácidamente por el suelo, a cada pocos
pasos, estira todo lo que da sí el cuello, siguiendo su camino por la despejada
terraza.
Del nido no
sale ningún sonido, pero la pareja no para de hacer viajes, turnándose en sus
idas y venidas, pero estando también a veces los dos en vuelo.
A media que
avanza el día, el sol se adueña más de la mañana, el agua del mar se oscurece
en un azul, más marino y menos plomizo y los pinos que me separan e interfieren
en su plena visión danzan ligeramente al compás de la suave brisa mediterránea.
El rumor del
mar, viene desde la distancia, trayendo voces atenuadas de la algarabía playera
de los críos que juegan en la pequeña cala.
Una abeja
despistada, intenta sin éxito encontrar un hueco en la ventana que le permita
el paso, aporreando reiteradamente el cristal.
Las gruesas
macetas que delimitan la superficie de la terraza, parecen guardianes estáticos
contemplando el suelo de grandes piezas de barro cocido, cuyas junturas,
dirigen mi vista más allá de la balaustrada donde acaban, para adentrarme en ese
mar hilo conductor de muchas culturas diferentes y a veces antagónicas.
La estela de
una lancha regresando, rompe mi ensimismamiento, observo la lagartija
ascendiendo por la pared de piedra, perdiéndose de mi vista al meterse por
alguna rendija, imagino.
Creo suponer
que a veces la felicidad, ese estado de ánimo, que nunca sabes cómo has conseguido, pero que te permite estar en
paz contigo mismo.
Es fruto de
algo tan simple, como estar en un entorno natural, molestando lo mínimo posible
a los demás actores en el mismo.
Aspiro el olor
de los pinos, acrecentado por el potente sol, rey del espacio sobre nuestras
cabezas.
Que no impide
sino acrecienta el sudor del mar que me trae esa brisa a mi refugio en la
sombra.
Y sigo
contemplando ese triangulo blanco en el mar, que me indica que estamos en casa.
Apuras la copa, en la que has brindado por una salud eterna, que nos permita disfrutar de una amistad, cuyos inicios quedan muy lejos en el tiempo.
Aunque al
gorrión que picotea migas por el suelo, no está al quite de estas cuitas
personales.
En muchas de
las pequeñas calas, de donde partían las viejas barcas de pescadores hacía la
captura de su sustento; estas han sido sustituidas por modernas lanchas de
paseo y sus modestas casetas por hermosas villas de veraneo.
Una estancia en
la Costa Brava, te permite la relajación necesaria para afrontar el retorno a
la gran ciudad, centro de la civilización, sabiendo que el paraíso no está en
ella.
Fotos del autor, paisajes y detalles de Aiguablava, Cala Fornells, Sa Riera y Sa Tuna.
Begur (Costa Brava-Girona-Catalunya)
Tu recorrido por los sentidos, de mano de animalejos, me ha dejado con inmensas ganas de asomarme aa esaa terraza, de cara al mar
ResponderEliminarUn beso
Todos los sentimientos humanos compartidos con los animalillos habitantes, con el mar de testigo.
EliminarUn beso.
Excelente narración de la Costa Brava y su naturaleza, lo que hace del escritor un buen guía de la misma.
ResponderEliminarHasta los animalitos te están agradecidos por el trato recibido.
Un saludo muy natural.
Tienes razón, la naturaleza es lo que prima, los animalillos nos soportan, creo que con resignación franciscana.
EliminarUn natural saludo.
Conseguí viajar a esos lugares a través de tu explicación y tus fotos, se ve por lo que cuentas que disfrutaste mucho y me encanta cuando dices que " la felicidad es ese estado de ánimo que..... " y comparto contigo esa definición. El resto del paseo es muy relajante.
ResponderEliminarGracias Alfred por compartir ese paseo tan agradable.
Las fotos son muy buenas.
Besos.
Puri
Gracias Puri! Me alegra enormemente que te hayas sentido transportada a esos bellos parajes y disfrutado del paseo.
EliminarBesos!
Alred.
No le ha faltado detalle a la entrada Alfred!...Una maravilla, esos pequeños placeres que de tarde en tarde nos recuerdan que la vida es bella.
ResponderEliminarUn abrazo!
La vida, a pesar de las diversas puñaladas que te pueda dar, siempre deja un resquicio a la esperanza, de que siempre puede ser bella.
EliminarUn abrazo!
Al final las grandes diferencias las marcan las pequeñas cosas.
ResponderEliminarAl final nuestra historia se va tejiendo de encuentro, desencuentros, matices, recuerdos ....
Contemolar, observar y dosfrutar se tornan fundamental, tus letras trasladas a lo que ves y sientes.
Mi abraz✴
Pd. Volveré con más tiempo para seguir leyendo-te
Un cúmulo de pequeñas cosas, es lo que hace grande una experiencia, como la narrada. Saber valorar el entorno y aún más a los anfitriones.
EliminarUn abrazo, aquí estaré con una taza de té, esperando tu visita.
Un abrazo.
Conozco tan bien esos hermosos lugares que nos muestras que he ido sintiendo los olores, las sensaciones y esa plenitud relajada desde la primera foto a la última pálabra.
ResponderEliminarHe vivido más de treinta años en Barcelona y mi temporada de "Costa Brava" solía comenzar a mediados de marzo y acabar en noviembre, con una pequeña interrupción para Pirineos o algún viaje.
Desde este Madrid que me vio nacer, donde vivo ahora, añoro mucho el mar y estos parajes donde he sesteado, caminado, buceado, navegado...soñado...veraneado...amado...
Me ha encantado este paseo íntimo y veraniego tan bien relatado, Alfred, con la complicidad de los animalejos. Me hizo reír que los observaras, pues yo también me fijo en ellos siempre y hasta les hablo. Me atraen de una mnera especial.
Un beso,
Hola Tesa! Me alegra haberte recordado unos viejos buenos tiempos, acompañados poe los animalejos.
EliminarUn beso.
Muchísimas gracias por el ramo de rosas que arrojaste al escenario... es un post de hace tiempo...pero me ha hecho mucha ilusión...
ResponderEliminarPara las cosas que agradan no hay tiempo, las disfrutas y ya está. Me gusta salir a pasear por otros blogs y ver cosas bonitas.
EliminarUn saludo.
Vaya! al menos al leerte he sentido que andaba por ahí, de vacaciones sin salir de casa!! =))))
ResponderEliminarsaludos
Pues ya ves que fácil, hemos hecho un paseo al lado del mar. sin movernos de la pantalla. :D
EliminarSaludos.
uufff me ha encantado este viaje marino lleno de vida y de magia uufff habrá que ir y disfrutar preciosa entrada vine a darte las gracias por tu huella en mi refugio del mar , me gustaría apuntarme como seguidor pero el bloger desde hace meses por alguna razón ya no me deja en fin... resignada , un saludo cariñoso desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por compartir el gusto por las cosas del mar, sus gentes y sus paisajes.
EliminarUn saludo.
Que bonita es verdad?
ResponderEliminarY tan cerca...
Saludos.
Una escapada hacia la Costa Brava, siempre vale la pena, a pesar de las caravanas...
EliminarSaludos.
Muy lindo todo, el lugar de ensueño.
ResponderEliminarUn abrazo grande y salud!!!
mar
A pesar de que se ha ido masificando en varios puntos, sigue siendo un sitio de ensueño.
EliminarUn abrazo Mar.
¡Qué maravilla, Alfred!
ResponderEliminarSon las cosas simples de la vida las que nos proporcionan paz. Has hecho una descripción poética de un lugar mágico y bellísimo para pasar el verano. Tendré que visitar alguna vez a Girona :)
Sigue disfrutando tu estancia, un fuerte abrazo lleno de alegría
Hola Rud! Gracias por tus deseos. Realmente se está de maravilla y tienes que visitarlo :D
EliminarAhora toca la Cerdanya, zona de montaña también muy recomendable.
Ya os contaré. un abrazo.
Una entrada estupenda..te mando un saludo desde Murcia..y feliz final de verano.....
ResponderEliminarGracias! Casualidades de la vida, acabo de regresar de una población que se llama Alp. Feliz fin de verano también para ti.
EliminarMuchas gracias por tu visita.
ResponderEliminarUn placer leerte. Muy bonita entrada.
Un abrazo.
Gracias Amalia, un placer visitarte y encontrar un rincón donde perderse en los paseos por la red.
EliminarUn abrazo.