Opium ( parte I )
Era una señora de una edad
indeterminada, que es lo que se pone cuando tienden a ser mayores, pero conservan el aplomo, la
presencia y la prestancia, que no las hace invisibles.
Últimamente se sentía inquieta, es lo que pasa cuando, con una
vida ordenada, con pocas o ninguna sorpresa,
casa impoluta, marido domesticado, hijos convenientemente educados,
haciendo de becarios en países desarrollados, aparece repente una nota discordante y nos dice que
algo no está en su sitio.
Son detalles, que solo una persona preparada puede notar, esos
abrazos de su cónyuge al despedirse para ir al trabajo y que ahora duraban unos
segundos menos.
En el bufete no esperaba maravillas, dado el ajetreo diario y la
multitud femenina que se juntaba, no se notaría una diferencia.
Pero cuando Jerónimo, su
mascota, un esplendido y esbelto cocker spaniel, un poco zumbado e
imprevisible, como se espera de él, empezó a rehusar sus caricias, es que algo
en ella no estaba bien.
Luego su amante, Alejandro algo más joven que ella, no mucho,
no se vayan a pensar que era un caprichito momentáneo, era una relación
estable, que se remontaba a cuando se interesó por la ópera y se saco un abono
anual, y de eso hacía…unos cuantos años,
también se mostraba reacio a sus arrumacos.
Entonces se dio cuenta que tenía algo que averiguar, dar con la
causa de ese desafecto general, que estaba minando su excelente autoestima.
Se fue al salón de belleza, para explicar que consideraba llegado
el momento de plantearse un cambio de
imagen, después de hablar con la encargada, se quedó en su sillón y allí mismo
la chica que le hacia la manicura, se lo soltó.
- No usa el perfume de siempre, este
es más ácido y no le sienta bien.
- Pues muchas gracias, pero estoy
usando el mismo desde hace muchos años y le sigo siendo fiel.
- Pues algo hay diferente, no huele
Ud. Igual, se lo aseguro.
- Uso Opium
- Si, lo sé, pero han cambiado la
fragancia, el nuevo es diferente.
¿Quieres
decir? No lo noto
- Mírelo bien.
- ¡Gracias! Lo haré.
Al salir, sin traicionar su look, no podía faltarse a sí misma,
se dirigió a una perfumería, para averiguar, que había de cierto en la
información facilitada por la chica.
En el establecimiento, le comentaron que no tenían ninguna
información de que el cambio de envase,
hubiera implicado uno en la formulación del producto. Pidió unas
muestras, que gentilmente le facilitaron, para poder cotejarla con la que tenía
en su casa, también le dieron papeles para fijar la suya y así se fue
tranquilamente para su casa.
Cuando llego a su casa, impregno un papel con el suyo, los noto
igual, se lo hizo oler a Jerónimo, que se escabullo hacia la cocina.
Probó poniéndoselo en la muñeca, variaba un poco, pero en
esencia, lo notaba todo igual, se fue a buscar en el estudio de su marido,
tenía la manía de coleccionarlo todo, con muchas estanterías de casilleros con
múltiples chorradas, una de ellas eran botellitas de perfumes, encontró una de
las antiguas y ¡Oh cielos!, ese si era su perfume.
Jerónimo le movió la cola,
Paco su marido coleccionista, la abrazó con entusiasmo sin preguntar que
había para cenar y Alejandro… no estaba
para poder comparar, tendría que esperar al viernes.
Nada más levantarse por la mañana, tras su zumo de naranja, tostadas
con mermelada de frambuesa y café, salió zumbando hacia la perfumería. Hay
cosas que no pueden esperar.
Se presentó, solicitando muestra en mano, ese perfume, en ese
envase, en el tamaño que tuvieran, sin importar precio.
Cuando le comunicaron, que ya no se fabricaba, no había en ningún
mayorista, que estaba agotado en el mercado, desde hacía, ni se sabe los años,
le entró el pánico.
Empezó a sentirse desolada y triste, la vejez a la vuelta de la
esquina, sin atractivo para nadie, esperando que quizás unos futuros nietos,
cosa harto improbable dado el nulo interés de los hijos por el tema, le
hicieran algo de caso, si la merienda estaba a la altura.
No podía ser, se dirigió al despacho, con la cara demacrada, el
ceño fruncido y la pasión vengativa en los ojos.
Solicito a Encarna, la recepcionista, que no le pasara llamadas,
ante la cara de pasmo de esta, le comento que no se encontraba muy bien y mejor
le trajera paracetamol de un gramo, a ser posible.
Encerrada en las cómodas y tapizadas paredes de su despacho, con
las cortinas corridas tamizando los
primeros rayos del sol matutino, se sentó ante el ordenador e inicio su
búsqueda, la búsqueda de la verdad sobre el perfume perdido.
Tras rechazar varias búsquedas, que sólo le llevaban a ofertas o
variantes del original, encontró un anuncio explicitando sus características.
Opium
Opium, una puerta abierta a un mundo
imaginario. Erase una vez Opium. Más allá del perfume, una estela opulenta,
fascinante, inimitable. Un billete de ida a un universo simbólico y enigmático.
Un viaje onírico a confines de ensueño repletos de encantos insospechados. La
experiencia de una vida en su máxima expresión.
Combina armoniosamente notas que en apariencia parecían oponerse: un ramo especiado floral, una nota fresca muy singular y una base cálida. Tras las notas de Mandarina, Bergamota y Muguete, se revela un corazón de Jazmín, Clavel y Mirra. A continuación, los aromas profundos de Vainilla, Ámbar, Opopónaco y pachulí se funden en la piel dejando una estela turbadora. La armonía oriental especiada nace con una extrema sensualidad.
Combina armoniosamente notas que en apariencia parecían oponerse: un ramo especiado floral, una nota fresca muy singular y una base cálida. Tras las notas de Mandarina, Bergamota y Muguete, se revela un corazón de Jazmín, Clavel y Mirra. A continuación, los aromas profundos de Vainilla, Ámbar, Opopónaco y pachulí se funden en la piel dejando una estela turbadora. La armonía oriental especiada nace con una extrema sensualidad.
- Tipo de producto: Eau de Toilette
- Tipo de presentación: Vaporizador
- Género: Femenino
- Nota principal: Floral
Tras vez la cadena de comentarios de todo tipo,
que suelen dejar los internautas, observó uno de alguien con un problema
parecido al suyo y que comentaba haber oído hablar de la posibilidad, de que
hubiera algún envase antiguo en un pequeño país pirenaico.
Como estaba a menos de cuatro horas en coche,
pensó en ir el viernes siguiente, estaba dispuesta a sacrificar su sesión de
ópera y posterior recreo en el hotel con su querido Alejandro.
Así pues, decidió pasar los dos días que
faltaban, prescindiendo de su falso perfume y no poniéndose fragancia alguna,
lo cual no alteró demasiado su convivencia familiar, todo volvió a su rutina,
reservando las gotas de la muestra para alguna ocasión especial o desesperada.
Pues parece que algo pasa con el perfume o colonia de la señora. A ver qué nos depara el relato!.
ResponderEliminarUn abrazo
Las fragancias muy personales, siempre traen sorpresas, seguro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo que felicitarte por la foto de la protagonista, está muy bien, no la foto, la protagonista. La costumbre de la colonia en el mundo femenino, es harto frecuente, aunque también pienso que el mejor olor, es aquel que no se nota.
ResponderEliminarTengo que confesar que el escritor me ha dejado intrigado con el diferente olor de la protagonista, que seguiré con atención.
Un poco de intriga, siempre va bien, mantiene el interés del lector por seguir la pista olfativa.
ResponderEliminarUn saludo.
Esto exige una segunda parte. Muy bueno Alfred. ¡Un saludo!
ResponderEliminarGracias! Estoy en ello, a mí también me intriga.
EliminarUn saludo.
Alfred, muy intrigante la histoira, no se como se resolverá, esperaremos...
ResponderEliminarDe todas formas felicitarte por el tema, los perfumes forman parte del mundo de las mujeres, y la prueba la tenemos en los anuncios publicitarios de éstos últimos días.
Volveré por aquí para saber que pasa con ese perfume.
Por cierto si deseas saber como terminó la historia que tenía en mi blog pásate y lo averiguarás.
Besos
Puri
Como puse antes, a mi también me tiene intrigado esta historia, espero ver el desenlace.
EliminarPasaré a verte.
Besos!
Alfred
Ahora sí, voy desde el principio, luego leeré los otros.
ResponderEliminarMe parece una historia con mucha crítica social, eso la hace doblemente atractiva.
Me gusta cómo la has narrado, es creíble y atrapa, veremos cómo sigue.
Aprovecho para dejarte un fuerte abrazo, no es olvido, es que... Excusas.
HD
Un abrazo Humberto, a tu aire...
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