Foto obtenida de internet
La noche está clara, con ese aspecto lechoso, que tiene cuando la
ciudad duerme y el bochorno sigue presente.
El lamento de un saxo, surge de un piso del ensanche barcelonés, a
través de un balcón abierto, donde una luciérnaga nos indica que alguien
contempla la calle sin bullicio, fumando tranquilamente.
Si pudiéramos entrar, veríamos una sala donde un viejo tocadiscos
desgrana las notas, mientras en una mesa los vasos y la botella, hace rato que
perdieron su contenido.
En una puerta abierta que comunica con una habitación, se contempla
una cama, sobre la cual un bello cuerpo femenino, en el que se aprecian las marcas
del bikini, nos muestra su esplendor juvenil.
Mientras el hombre en el balcón fuma, contempla los camiones de la
basura, pasando por la avenida, haciendo carreras entre ellos, para no tener
que hacer demasiada cola de espera para la descarga.
Se le ocurre que sería un buen asunto, hacer apuestas sobre ello, y
lo comenta en voz alta.
En esto nota la calidez de unos pechos femeninos sobre su espalda
desnuda.
Sin inmutarse ni moverse apenas, le pasa el cigarrillo y con las
manos libres la atrae aún más hacia sí, apoyando las manos en sus suaves
glúteos.
Acepta el olor acre del humo del camel, en su oreja izquierda, que
ella expulsa lentamente por su boca entreabierta.
Y contemplando el espectáculo de las carreras de los camiones
cargados con las inmundicias generadas por los habitantes de la ciudad, suelta:
“Por mucho que apostáramos y ganáramos, no
tendríamos la fortuna que esos desechos generan en los bolsillos de los que las
controlan”.
Ella, acabado el cigarrillo, apoyando sus manos en el vientre, para
abrazarlo, se aprieta aún más contra él, apoya su cabeza, esta vez en el hombro
derecho y le da un beso en la oreja, diciendo :
“ Más que de apuestas, hemos
de pensar como ganaremos para poder generar nuestra cuota de porquería”
Las rosas por cigarrillos estaban al caso. Dejando que las manos quedaran libres,entre los sonidos de los camiones de la basura, para abrazare a la noche, en forma de suave piel donde aterrizar.
ResponderEliminarImaginé, desde el Ensanche, unas balconadas cuajadas de vida...entre los camiones de recogida de contenedores de basura, en la noche cerrada.
Un beso.
En un balcón, toda una vida por delante, contemplando algo tan prosaico como camiones de basura desbocados.
ResponderEliminarUn beso.
El escrito es altamente estético y contrasta con la falta de ética de la pareja.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Gracias por el halago, pero no entiendo lo de falta de ética por parte de la pareja?
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Muy real me parece, hay que hacer negocio con lo que más abunda, es triste pero es real
ResponderEliminarLa sociedad está montada de esta manera ;)
ResponderEliminar