Corría una ligera corriente de aire, que hacía más placentera la estancia en una casa, sumida en la tranquilidad de la hora vespertina.
Los rumores de la calle, entraban por un balcón, donde las flores le daban un toque de vida con su color y aroma.
En el sopor de la tarde de estío, con el silencio de unos habitantes sumidos en el sueño, de una siesta reparadora.
Oímos unas notas que realzan el momento, mágico en su concepción, la música de J.S. Bach , se adueña del momento, del espacio, del tiempo.
(Foto del autor)