En un lugar recóndito



Fotos tomadas del blog "El Molí del Canyer"





En un lugar recóndito 


Juan y Lucia eran la típica pareja de mediana edad, con los hijos creciditos y colocados, pero sin nietos. Lo cual les permitía hacer algunas escapadas.

Tras un largo período de confinamiento, no lo dudaron un instante, al primer resquicio de apertura, abandonaron la ciudad en su viejo pero fiel automóvil.

Tenían una casa rural a la cual hacia un par de años le habían echado el ojo y era ideal para sus escapadas cortas. 

No lo discutieron ni un instante, llamaron a Víctor y reservaron habitación, la siete, la suya, con vistas al amanecer. No tenían ningún interés en estar de cara a la piscina viendo caras desconocidas que se pasaban el día tomando cubatas al sol.

El lugar era estupendo, estaba lo suficientemente cerca de Girona para hacer una escapada y volver, para luego disfrutar de toda la tranquilidad que da estar en una masía totalmente equipada. Alejada del pueblo lo suficiente para no oír más que el graznar de los patos.

Salieron pronto, cuando todos los demás huéspedes dormían, desayunaron a lo grande para tener las fuerzas suficientes para dar un largo y fructífero paseo.

Cogieron el sendero que les habían recomendado para llegarse a una ermita románica del siglo XII, poco conocida pero muy bien conservada, aunque sus pinturas murales estaban en el museo de la capital. 

Al cabo de poco rato de andar a su ritmo, ni muy despacio ni muy acelerado, lo justo para avanzar sin desfallecer y asegurándose conservar fuerzas para la vuelta. 

Se encontraron en el margen de aquel sendero un par de sillas blancas de esas de jardín de plástico, curiosamente muy limpias dado donde estaban.

Orientadas al oeste, se suponía que para admirar la puesta de sol con comodidad.

Aunque no llevaban mucho rato andando, les hizo gracias sentarse en ellas y contemplar el paisaje que desde ese lugar se les ofrecía.

Cuando lo hicieron, notaron que estaban digamos ocupadas e incluso recibieron una bronca cargada de improperios por parte de sus usuarios. Por el abuso de la libertad tomada.

¡Aún están corriendo! 





Post a propuesta de Molí de Canyer para convocatoria juevera.
Barcelona, 24 Julio 2020 

67 comentarios:

  1. Vaya!, el pequeño e interrumpido descanso salió contraproducente.

    Por lo menos has aclarado el misterio de las sillas.

    Abrazo, Alfred

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    1. A veces hay que fijarse en dónde pones las posaderas.
      Eso parece ;)
      Abrazo.

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  2. Intuyo que esas sillas estaban destinadas al descanso de las amazonas.
    Lástima.

    Saludos.

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    1. Pudiera ser, nunca se sabe, con eso de los espíritus todo esposible.

      Saludos.

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  3. Es que en ninguna parte uno puede sentirse a sus anchas, siempre aparece algún contratiempo, je,je.
    Un abrazo.

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    1. Ya ves que no, hoy en día todo está ocupado. ;)))
      Un abrazo.

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  4. Jajajajaj. La gente no sabe mirar, ni ver, ni escuchar. Qué desfachatez sentarse en rodillas ajenas sin ser invitados a ello.
    Ni descansar en paz le dejan a uno :)))))

    Besines!!!

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    1. Es que no se fijan en nada, pobres fantasmas.
      Se pierde el respeto.
      Besines!!!

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  5. ¡Vaya! ¡Qué mal genio y que poco hospitalarios los dueños de las sillas, por Dios! Les quitaban las vistas a los fantasmas :-9
    Muy original el final, Alfred.
    Besos.

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    1. Bueno, piensa que estaban tan tranquilitos con sus vistas y de golpe ¡Zas!
      Muchas gracias Mag.
      Besos.

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  6. Pues yo también hubiera salido corriendo con esos ocupantes. Esto demuestra que no hay que fiarse de nadie, ni siquiera de los que ya no están...aparentemente
    Un abrazo

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    1. Tú y cualquiera y sin hacer preguntas.
      Se ve que nunca se van del todo.
      Un abrazo.

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  7. Bueno bueno... Que mal genio...
    Si la pareja arribante, se equivocó, y se puso chico con chico, y chica con chica, se pide amablemente un cambio de silla, y se aprovecha la situación. Peor hubiera sido que encima acertar, y encima la pareja ocupante se quejará. Que desperdicio de oportunidades.
    Muy ocurrente
    Saludoss

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    1. Has de ponerte en su lugar ;)
      No había pensado como intentaron colocarse, simplemente saltaron corriendo y así siguen.
      Muchas gracias.
      Saludos.

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  8. Me hubiera gustado ver la cara de la pareja al darse cuenta que las sillas no estaban vacías. Yo también hubiera corrido.
    Un relato encantador con un final de los que me gustan.
    Saludos

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    1. Pues no ha quedado constancia gráfica, con la mosa que hay de hacerse un selfie. Se ve que no les dio tiempo ;)
      Me alegra que te guste. Muchas gracias.
      Saludos.

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  9. Jaaaa, sabes quien eran los abuelos los de mi relato, es qué hay que ver les fuisteis a interrumpir en su tarde de amor ajjaja. Que bueno ahora bromas aparte me ha encantado esos paseos caminando y observando el lindo paisaje.
    Un fuerte abrazo te deseo una finde al menos tan lindo como el que describes, eso sí antes de sentaros en sillas pedir permiso no sea que estén ocupadas jaja.

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    1. Todas las historias están relacionadas ;)
      Eso siempre, no sabes lo que te vas a encontrar.
      Muchas gracias Campirela.

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  10. Curioso relato jajaja, hasta el monte tiene normas.
    Un saludo.

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  11. Vaya susto! Con lo bien que iban...y la melodía de Morricone acompañando...

    Besos y buen fin de semana,Alfred.

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    1. Cuando te pillan desprevenido,
      el susto es morrocotudo.
      Estos días hay que recordarlo con cariño.
      Besos y feliz finde, Carmen.

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  12. Hola. ¡Jaja! No esperaba ese final. Original e inesperado, bien urdido. Una oportuna tentación la de las sillas, como casi todas las tentaciones. Pero nadie cede graciosamente los espacios ganados. Ni siquiera los espectros. Un placer leerte.

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    1. Hola Mónica, se bienvenida.
      Hoy en día nadie cede nada gratis.
      Muchas gracias.

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  13. Hasta en los paseos más inocentes y las sillas menos sofisticadas se encuentra uno con un fantasma de los de toda la vida.
    Un abrazo.

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    1. Es que esos son los auténticos, los que están admirando el paisaje tranquilamente, así en pareja.
      Un abrazo.

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  14. Encantadora historia, y nunca mejor dicho, :))).
    Me ha gustado mucho como la has narrado Alfred.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Elda.
      Una sencilla historia, como la vida misma.
      Un abrazo.

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  15. Jajaja, el descanso no parece que mereció la pena. Un beso grande. Me encantan las cosas q cuentas

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    1. Digamos que duro bien poco ;)))
      Muchas gracias Adelina.
      Un placer.

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  16. Estamos rodeados de almas y no nos damos cuenta hasta que las molestamos... Me ha encantado tu historia Alfred, así como la música elegida. Un placer escuchar al maestro.

    Mil besitos y muy feliz finde.

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    1. Eso creo, solemos ser muy impertinentes con los pobres fantasmas que están con sus cosas.
      La música es mi pequeño reconocimiento para el maestro en estos días.
      Mil besitos y feliz finde.

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  17. Pero que blog tan bonito y que narraciones mas bellas, aproveche las dos sillas ( aunque estaban ocupadas jajjaja) para descansar un poquito por aqui.. felicitaciones

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    1. Ahora no hay nadie, sí te fijas en la segunda fotom hay hojas en el asiento, unos han huido despavoridos mientras otros se han retirado asqueados. Con lo cual ahora están libres y disponibles para que puedas disfrutarlos, no sé por cuanto tiempo :)
      Muchas gracias.

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  18. ¡Jajajaja venía bien la cosa pero un par de fantasmitas los corrieron!

    Gracias por tu humorístico relato. Me hizo gracia también eso de tener a los hijos mayorcitos y colocados.

    Un abrazo, Alfred

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    1. Todo era idílico y pastoril hasta que se sentaron ;)
      Gracias a ti, es una forma de indicar que eran mayorcitos y disfrutaban de su vida en libertad.
      Un abrazo Myriam

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  19. Mas les valía haber seguido andando

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  20. Chulísima entrada. Esas sillas están ocupadas, siempre, ya lo creo, pero como no les vemos, nos confiamos :-)

    Un beso

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    1. Muchas gracias Albada. Unas sillas no están por qué sí, ahí en medio de la nada boscosa.
      Un beso.

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  21. Tremendo susto, imagino que no corrían, volaban espantados. Saludos amigo Alfred.

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    1. Es curioso como a pesar de su ya sustanciosa edad, fueron capaces de regresar en tan poco tiempo al punto de partida.
      Saludos amiga Sandra.

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  22. Es muy bella la historia
    pero me daría miedo, saldría
    disparada, jaaaa.

    Besitos dulces
    Siby

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  23. Iba muy bien el programa hasta que aparecieron esas dos sillas... :)))))))

    Abrazos Alfred. Un gran relato.

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    1. Un fin de semana bien planificado hasta que se les ocurre sentarse.
      ¡Qué cosas pasan en el campo!
      Muchas gracias, un abrazo Ernesto.

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  24. jajjaja es que no le dejan a uno ni un descansito con lo lejos que está el más allá
    Besitos Alfred

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    1. Tenían su rincón para descansar y admirar una buena vista y se les presentan unos intrusos y ya se sabe que pasa con los forasteros.
      Besitos lopillas.

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  25. No me extraña que aún estén corriendo.

    Antes de sentarse, mejor siempre pedir permiso, por si las moscas.

    Muy bueno, Alfred

    Besos

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    1. La verdad es, que es lo que haríamos todos.
      Sí, ahora ya lo sabemos.
      Muchas gracias Alís.
      Besos.

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  26. Hola Alfred, que bonito el relato y el lugar que describes para estar tranquilamente como la pareja protagonista, lo malo fue encontrarse esas sillas y el susto que se llevaron jeje

    Besos.

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    1. Hola Piruja, muchas gracias.
      Me alegra que te guste.
      Todavía corren ;)
      Besos.

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  27. Hola Alfred!
    Pobres Juan y Lucía. No se esperaban este susto. Aunque, si hay dos sillas vacías, porqué no ocuparlas?

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    1. Hola Enric!
      La verdad es que no, a partir de ahora iran a la playa, con sus hamacas.

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  28. Alfred, muchas gracias por brindarnos la oportunidad de leerte y por propiciar, de fondo, un cierto misterio.
    Saludos desde Colombia.

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    1. Hola Guillermo, gracias por animarme.
      Un poco de misterio es como la pimienta.
      Saludos desde Barcelona.

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  29. Ya, pero piensa que los increparon de valiente, por la osadia de sentarse encima de ellos, son unos fantasmas muy suyos.
    Un abrazo Julio.

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  30. A veces sin quererlo nos metemos e invadimos la privacidad de otros... aunque sean fantasmas 😁 un abrazo

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    1. En estos tiempos en que hemos tenido que estar encerrados más de la cuenta, no nos damos cuenta al poder salir que nuestros ímpetus al liberarnos, pueden menoscabar la libertad de otros.
      Un abrazo.

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  31. Habrá que cursar denuncia, por dejar desechos en el bosque.

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    1. Sí te pones en plan legalista supongo que sí, pero: ¿Quién les quita a esos seres, sus sillas de descanso eterno?

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  32. Fantástico relato que engancha desde el principio, con un final inesperado y divertido:)

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    1. Muchas gracias, eres muy amable y me has subido un montón mi autoestima ;)
      Saludos.

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  33. Leí antes otro relato y empecé a leer este recordando a las otras protagonistas...
    Así que me alegro de que le hayas dado un giro y que el final sea tan distinto...
    Me gusta esto que hacéis... cada uno con su estilo.
    😊 Besos-

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    1. Cada cual tiene un estilo bien diferenciado ;)
      Bueno ese es mi toque personal.
      Así está mejor.
      Besos.

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  34. Tan lindo descanso, con paisajes dignos de ser observados, y unas sillas plásticas (ajenas) los saca a las corridas.

    Saludos,

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    1. ¡Hola Cecy!
      Un descanso que no debieron hacer, pero quién renuncia a sentarse en medio del campo ;)

      Saludos.

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