UN TIPO NORMAL


                                   Foto de A.C.P.

Un tipo normal

Me he entretenido un poco en la estación, ayudando a una mamá primeriza, en colocar el cochecito en la escalera mecánica, eso ha hecho que perdiera el primer tren y llegara tarde a la clase.

Para no molestar, interrumpiendo el desarrollo de la misma, he decidido esperar hasta el descanso, tomando algo en el bar.

Ante la barra, he esperado mi turno, hasta que una chica con el pelo revuelto y sin dejar de prepara otros pedidos, afirmaba con la cabeza mi petición.

Tenía un aspecto malcarado, como si cada mañana le cerraran una puerta en sus narices. A pesar de ello  ha atendido con presteza, mi solicitud  de un café solo, con azúcar, a poder ser moreno.

Me lo he ido a tomar a las mesas repartidas por el patio interior ajardinado y con estanques habitados por unos peces rojo desvaído, que no se han dignado a mirarme.

Acompañado del murmullo de los surtidores y del leve rumor de conversaciones ajenas en mesas alejadas, me he tomado el oloroso brebaje, mientras leía la prensa del día.

Como aun tenía tiempo, he subido a la biblioteca, respirando ese aroma de papel  enmohecido, envejeciendo en antiguos anaqueles de maderas  nobles. Y he empezado a vislumbrar mi plan, aplazado por las circunstancias.

Instalado discretamente en un sitio, apartado de los demás para poder observarlos mejor, he admirado los altos techos decorados y las diagonales del suelo ajedrezado,  que han trasladado  mi vista hacia una mesa, en cuyos bajos  unas esbeltas piernas, enfundadas en unas medias color tabaco muy apropiadas para el otoño,  me han distraído de mi objetivo.

Para subir a la tercera planta, donde están las aulas, he optado por tomar el viejo elevador, con sus puertas correderas y banqueta acolchada, mientras en mis auriculares sonaba la trompeta de Miles Davis, interpretando precisamente “Un ascensor para el cadalso”.
Era lo más apropiado para mentalizarme y estar preparado para la realización plenamente satisfactoria de ejecutar a mi víctima, al final de la clase.

Gracias a mi actual caracterización, he pasado totalmente desapercibido en secretaría y en el aula.

Ahora es el momento de eliminar aquella profesora que permitió, y alentó, las risas contra mi gran obra en microrrelatos. “Sacó el cuchillo, la mató”. Donde tras un gran esfuerzo de síntesis, conseguí expresar en tal maravilla, no aceptada por los compañeros y su guía, todo lo que se había necesitado con cientos de páginas en “Crimen y castigo”

Me habían ensombrecido el ánimo, mi carrera emergente como literato, puesta en duda por aquella pandilla, merecían un castigo y para ella el más apropiado era una ejecución inmediata.

Así que tras solicitar una entrevista privada después de clase, para enseñarle un trabajo especial y recabar su atinado juicio sobre él, estoy acariciando el cuchillo, con un cierto placer sádico, mientras imagino su cara asustada ante su próximo fin.

Distraído en mis cosas, no he visto como tras contestar un mensaje de teléfono, comentaba que tenía que irse apresuradamente, dejándome con la palabra en la boca, se ha despedido con prisas.

Lo intentaré mañana.


18 comentarios:

  1. Muy bueno. La crítica no era la asignatura aprobada de tu personaje, pero la capacidad de síntesis sí....

    Un beso y buen fin de semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay tipos que de tan normales, es mejor ahuyentarlos tanto como puedas, incluida su capacidad de síntesis. :D
      Un beso y buen finde!!!

      Eliminar
  2. Has hecho un muy buen recorrido y repaso, y sacaste el placer sádico como venganza a lo que te hicieron jaja muy pero que muy bueno este texto.

    Un beso dulce de seda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un tipo como para salir corriendo. Muchas gracias!
      Un beso.

      Eliminar
  3. El teléfono ha salvado a la presunta víctima de las garras del asesino, que un buen cambio de aires le iría muy bien. Un individuo muy vengativo.

    Una ligera inclinación de cabeza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este mundo tan competitivo, hay quien la critica jocosa, le sienta fatal.
      Un saludo, sin dejar de afilar la navaja.

      Eliminar
  4. ¡Me ha gustado! Sí, mejor dejarlo para mañana y mañana para el día siguiente. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Intentaremos mantenerlo distraido, a ver si así se le pasa el berrinche.
      Gracias Mara.
      Un saludo.

      Eliminar
  5. Un tipo inquietante y de los que no aceptan una mala crítica. ¡ Ojo con ellis!
    Muy bien relatdo.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si ojo con ellos, están en todas partes y parecen gente normal.
      Un saludo.

      Eliminar
  6. Me ha gustado mucho Alfred, lo cierto es que el concepto de "normal" nunca ha sido mi fuerte, es un buen relato :)

    un beso :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Sofya, el concepto de "normal" es muy subjetivo. :D
      Un beso!

      Eliminar
  7. Ufff, se me ha puesto la piel de gallina...
    Imagino que algo semejante pasaré por la cabeza de esos seres que matan a sangre fría indiscriminadamente.
    Mejor ni lo pienso.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  8. Estimado Alfred
    Has hecho un relato excepcional e impecable. A mí, por favor mátame con arma de fuego, creo que resulta más contundente :)
    Feliz fin de semana, un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tomaré en cuenta tus últimas voluntades y atenderé con gusto tu petición.
      Cuando nos vemos :D
      Feliz castañada, un abrazo.

      Eliminar
  9. Cuidado con los tipos así.
    Impecable te ha quedado.
    Un beso.

    ResponderEliminar